Playing for time. Don't expect big oil to fix the energy crunch

Cita: 

The Economist [2021], "Playing for time. Don't expect big oil to fix the energy crunch", The Economist, London, 16 de octubre, https://www.economist.com/business/2021/10/16/dont-expect-big-oil-to-fix...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 16, 2021
Tema: 
El año 2021 registró los primeros síntomas del mal funcionamiento del mercado energético, debido principalmente a que la crisis del cambio climático ha presionado a las empresas productoras de gas y petróleo, a alejarse de los combustibles fósiles.
Idea principal: 

Situación actual del mercado energético:

Fuerte incremento en el precio del petróleo (ver dato crucial 1)

Existe una fuerte presión hacia las empresas públicas de petroleras, gas y carbón por parte de los inversionistas para transicionar al uso y producción de combustibles con bajas emisiones de contaminantes, lo cual ha ocasionado una fuerte reducción en los planes y montos de inversiones (ver dato crucial 2 y 3). La consultora BCG, menciona que un incremento de sus inversiones mientras suben los precios de combustibles fósiles, puede traer como consecuencia una deslegitimación en su compromiso público con energías más limpias.

Lo mismo sucede con las empresas estadounidenses, cuyos inversionistas presionan para que los beneficios sean devueltos como dividendos y recompras, en vez de invertir en la perforación de pozos.

Las empresas estatales de producción de petróleo han presentado restricciones presupuestales, principalmente por el impacto de la pandemia de COVID-19. Sólo unas pocas empresas como “Saudi Aramco” y “Abu Dhabi National Oil” están expandiendo su producción.

El resultado ha sido una caída mundial de la inversión en exploración y producción de petróleo y gas (ver dato crucial 4).

De igual forma, la demanda de combustible se ha recuperado a medida que la pandemia se mitiga.

De acuerdo con Goehring & Rozencwajg, una empresa dedicada a las inversiones en materias primas destacó que, por primera vez en la historia, el mercado del petróleo podría alcanzar rápidamente un punto de escasez de oferta.

La escasez puede ser temporal, pero puede incrementar aún más los precios del petróleo. Lo cual agregaría más tensión a las economías que sufren actualmente del incremento de precios del gas natural para los hogares y para las actividades intensivas en energía.

Desde el punto de vista medioambiental, el incremento de los precios de los combustibles fósiles puede contribuir a disminuir su demanda, teniendo en cuenta la ausencia de un impuesto global al carbono.

La Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés) indicó que el incremento en el precio de los combustibles fósiles puede causar el segundo mayor aumento absoluto en las emisiones de dióxido de carbono de la historia. Para alcanzar una meta de emisiones netas cero para 2050, la IEA indica que no hay necesidad de invertir en nuevos proyectos de petróleo y gas después de 2021.

El gas natural es actualmente el principal sustituto del carbón en países como China e India. Bernstein, una empresa de inversiones, predice que las importaciones de gas natural de China podrían duplicarse para 2030, lo que lo convertiría en el mayor comprador del mundo (ver dato crucial 5).

El gas natural cumple la función de mantener la estabilidad de la red eléctrica, especialmente en lugares con intermitencias de energía eléctrica por falta de viento y sol. En estos mercados, el costo marginal del gas natural establece los precios de la energía, incluso si la mayor parte de ésta proviene de energías renovables con costo marginal cero. Entre más alto se encuentre el precio del gas, mayor es el costo de la luz. Y esto podría detener el apoyo de las personas para el uso de energías limpias.

El reciente aumento en las plataformas en la cuenca del Pérmico proviene de “frackers”, en lugar de empresas públicas que cotizan en bolsa. En este sentido, cuanto más alto sea el precio del petróleo, mayores los incentivos para producirlo siempre y cuando suceda fuera de la opinión pública.

Datos cruciales: 

1. En 2021, el precio del petróleo en Estados Unidos se ubica por encima de los 80 dólares por barril, su nivel más alto desde finales de 2014.

2. En 2014, cuando el precio del barril de petróleo se ubicaba en 100 dólares, la empresa Shell invirtió más de 30 000 millones de dólares en gastos de capital en proyectos de petróleo y gas.

3. Los planes de inversión a largo plazo de la empresa “Shell” se han reducido a 8 000 millones de dólares en 2021. Y se encuentra reduciendo sus operaciones en Nigeria, país donde tiene presencia desde 1936. Adicionalmente, anunció la reducción en la producción de petróleo en 1% y 2% por año hasta 2030.

4. La caída mundial de la inversión en exploración y producción de petróleo y gas ha sido de 800 000 millones de dólares en 2014 a casi 400 000 millones de dólares.

5. Bernstein estima que la capacidad global de gas natural puede reducirse en 14% por debajo de lo que se necesita para 2030. Esto podría dificultar la reducción del uso del carbón en Asia.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El combate y adaptación frente a la destrucción del ambiente para la transición hacia energías más limpias pone de manifiesto las deficiencias del actual sistema energético mundial. La lucha de los grandes capitales para mantener el status quo, se contrapone con la visión de reducir las emisiones, que puede llegar a ocasionar una recesión energética donde los países pobres serán los más afectados.