La primera guerra de la 'Era del Descenso Energético'

Cita: 

Turiel, Antonio y Juan Bordera [2022], "La primera guerra de la 'Era del Descenso Energético'", ctxt, 18 de marzo,https://ctxt.es/es/20220301/Firmas/39119/Juan-Bordera-Antonio-Turiel-esc...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Marzo 18, 2022
Tema: 
La invasión rusa a Ucrania marca el inicio de una guerra ante la escasez. Respecto a la ruptura energética entre Rusia y Europa el único beneficiado sería Estados Unidos.
Idea principal: 

Antonio Turiel Martínez es un científico y divulgador licenciado en Física y Matemáticas y doctor en Física Teórica por la Universidad Autónoma de Madrid. Trabaja como Investigador Científico en el Institut de Ciències del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ubicado en Barcelona.
Juan Bordera es guionista, periodista y activista en Extinction Rebellion y València en Transició.


El 24 de febrero de 2022 las tropas rusas invadieron Ucrania, hecho que sorprendió a la comunidad internacional, aunque no debió ser una sorpresa en lo absoluto. Se ha hablado incansablemente de los motivos geopolíticos y geoestratégicos de la invasión rusa, como son: la anexión de la región del Donbás, el control del mar Negro, frenar la expansión de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) o poner un gobierno dócil el Kiev. Sin embargo, se le ha prestado poca atención al factor energético, igual de importante.

Se ha hablado bastante de las consecuencias de la dependencia energética que tiene Europa de Rusia, pero no de las causas energéticas de esta guerra. En este sentido, Rusia es uno de los pocos países que hablan del peakoil o cenit de producción del petróleo, momento en el cual ésta comienza a declinar sin importar cuanto se invierta en tecnología e innovación para tratar de evitarlo (dato crucial 1). Debido a que Rusia reconoce que la bonanza que traen consigo los recursos energéticos es pasajera, busca estar bien posicionada de cara al futuro.

De igual forma, Estados Unidos aprovecha la bonanza del gas de fracking mientras dure. Debido a que tiene que transportarlo en barcos, ha incrementado exponencialmente su producción de gas licuado, posicionándose como el primer productor mundial (dato crucial 2). Estados Unidos planea tener como mercado principal a Europa, sin embargo, el gas licuado es más caro que el natural. Razón por la cual Estados Unidos se opone a la finalización del Nord Stream 2, gasoducto mediante el cual Rusia abastecería a Alemania de gas natural.

Gracias a la guerra, ha sido mucho más fácil para Estados Unidos poner trabas a los pactos comerciales en materia energética entre Rusia y Alemania, se logró que se cancele el gasoducto y ahora Alemania está construyendo plantas de regasificación para recibir el gas licuado estadounidense. Asimismo, a Estados Unidos le interesa una guerra en Ucrania debido a que en la Era del Descenso energético no habrá suficiente para todos. En este sentido, si se le imponen sanciones económicas a Rusia, Europa también sufriría las consecuencias debido a que importa grandes cantidades no solo de gas natural, sino de petróleo, carbón y uranio enriquecido. Esta situación sería más conveniente para Estados Unidos ante un futuro que augura escasez, en vez de una alianza entre Rusia y la Unión Europea.

Sin embargo, Arabia Saudi e India planean venderle en yuanes su petróleo a los chinos, por lo que el uso del dólar como divisa de reserva internacional está en peligro, así como el declive del imperio estadounidense. Por otro lado, Estados Unidos importa grandes cantidades de hierro, níquel y uranio enriquecido ruso, por lo que Rusia también ha reaccionado con prohibiciones. Todo esto parece indicar el inicio de la desglobalización, debido a que el mundo se está volviendo multipolar, de igual forma, la Era del Descenso Energético presagia más guerras por intentar hacerse con los recursos fuente de energías no renovables mientras aún existan (dato crucial 3).

Por otro lado, el conflicto de la invasión rusa empeorará la crisis alimentaria mundial debido que Ucrania es el granero de Europa. Esto es de esperarse ya que se han experimentado situaciones similares de escasez de cereales en Egipto, Marruecos, Túnez y Argelia en 2011. A esto podemos añadir la escasez de agua potable en lugares como Etiopía y Egipto, sequías en Sudamérica, Norteamérica, Europa y África debido al cambio climático.

De la mano de la manipulación mediática, el militarismo, el miedo a la precariedad y una Unión Europea totalmente dependiente de los recursos minerales que le proporcionaba Rusia, no parece descabellado que los países europeos puedan embarcarse en guerras por conseguir los recursos necesarios para mantener su nivel de vida. Por esta razón, la guerra en Ucrania es la primera de muchas en la Era del Descenso Energético, una era donde los gobiernos se rehúsan a reconocer que hemos sobrepasado los límites biofísicos del planeta (dato crucial 4).

Datos cruciales: 

1. La producción de gas natural en Rusia lleva estancada dos décadas.

2. Estados Unidos produce más de 50 mil millones de metros cúbicos de gas licuado al año.

3. Las fuentes de energías no renovables (petróleo, carbón, gas natural y uranio) proporcionan 90% de la energía primaria que se consume en el mundo.

4. Actualmente hay 18 guerras activas importantes en todo el mundo (una de ellas es la de ucrania).

Nexo con el tema que estudiamos: 

La cada vez más grave escasez de recursos energéticos no renovables, específicamente los combustibles fósiles, parece ser más una causa y no consecuencia de los conflictos geopolíticos mundiales. En este sentido, la disputa hegemónica está motivada por la economía de las potencias, tanto Estados como empresas que compiten por asegurar recursos que les permitan enfrentar un futuro de escasez. Todo esto a costa de los límites biofísicos planetarios y de la enorme desigualdad e injusticia a las que están sometidas las clases menos favorecidas.