COP26: los negocios climáticos no son la respuesta a la crisis climática

Cita: 

Lobo, Natália [2021], "COP26: los negocios climáticos no son la respuesta a la crisis climática", Capire, 7 de diciembre, https://capiremov.org/es/analisis/cop26-los-negocios-climaticos-no-son-l...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Diciembre 7, 2021
Tema: 
Propuestas a la crisis climática en la COP26
Idea principal: 

Natalia Lobo es agroecóloga y militante de la Marcha Mundial de las Mujeres en Brasil.


La expectativa más importante que se tenía de la 26a Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) era la finalización del libro de reglas del Acuerdo de París, un documento que establece normas para los países signatarios en el régimen climático global. De acuerdo con los movimientos sociales, las Naciones Unidas actúa en estos temas “privilegiando el poder corporativo y los intereses del capital en detrimento de la participación popular”; este año, los representantes del sector de petróleo y gas en la COP26 podrían haber formado la mayor delegación oficial en el evento (si todos hubieran sido del mismo país).

El cierre del libro de reglas del Acuerdo de París inicia un nuevo momento político: la implementación de una nueva economía verde, proyecto protagonizado por el sector privado. En el contexto de la crisis por la covid-19, la mayoría de los países del Sur Global se ven obligados a aceptar todo tipo de inversiones para recuperarse.

Falsas soluciones

“La nueva arquitectura del sistema climático se basa en mecanismos de compensación de emisiones”, como los proyectos REDD+. El cierre del artículo 6 del Acuerdo de París sentó las bases para la creación de un mercado internacional de carbono. Esto significa que los países y los sectores del poder corporativo no deben reducir drásticamente sus emisiones, sino más bien, compensar todo lo emitido.

“Lo que no se muestra es que esta compensación se da en espacios reales y concretos”. En territorios ocupados por pueblos y comunidades indígenas que tienen sus medios de subsistencia en ellos. También, este mercado supone una transformación en la agricultura bajo la forma de agricultura 4.0.

“Esta forma de ver a la naturaleza como un simple “sumidero” subyace a lo que se ha llamado ‘soluciones basadas en la naturaleza’, un término general para todos los mecanismos de compensación basados en la captura de carbono por los bosques, océanos o suelos”.

El aumento de la demanda por compensación podría expandir las fronteras agrícolas, energéticas y minerales en los territorios del sur; todo esto encabezado por las grandes corporaciones.

Si bien las “soluciones basadas en la naturaleza” aún no están incorporadas en el Acuerdo de París, se espera que estas ganen terreno en las negociaciones climáticas del futuro.

A la par de estas negociaciones, las corporaciones y los países no asumen su responsabilidad de los efectos del cambio climático ya presentes, como el aumento del nivel del mar. Las adaptaciones al cambio climático, así como la transición hacia otro modelo de producción y consumo requieren financiamiento, mismo que debe ser absorbido por los países con mayor responsabilidad histórica por el cambio climático. En el modelo COP. incluso las compañías de seguros especulan y lucran con la previsión de catástrofes.

Los pueblos plantean formas de salir de la crisis climática

¿Cuál debe ser la base de las necesarias transiciones energética y del modelo de producción y consumo? Para los representantes del capital, la respuesta incorpora una mayor concentración de poder en las corporaciones y algunos estados del Norte Global.

La responsabilidad de las emisiones de gas metano fue un tema destacado en la COP26. En vez de desincentivar las inversiones en la industria agropecuaria, se resolvió que Estados Unidos lanzaría un satélite en 2022 para generar datos sobre las emisiones de metano en todo el planeta, sin tomar en cuenta el potencial de vigilancia y control de estas tecnologías. “Parece que, en nombre del clima, todo el poder militar y de vigilancia del imperialismo podría estar justificado".

Caso contrario, los movimientos sociales proponen como base una transición justa, que incluya la valoración de las y los trabajadores y un cambio en la lógica de producción y consumo de toda la sociedad. “Este cambio solo puede provenir de la lucha anticapitalista y de la soberanía popular”.

La producción debe reorganizarse. La economía feminista brinda pautas para dicha reorganización; la centralidad de la sostenibilidad de la vida en la producción y no de los mercados.

Paralela a la COP26 y con una amplia participación se llevó a cabo la Cumbre de los Pueblos. Alejándose de las reglas dictadas por las empresas, cada vez más personas buscan y crean nuevas formas de relacionarse con la naturaleza; mismas que pasan por la agroecología, mayor poder popular y menor poder corporativo.

Frente a la crisis, no sorprende que la lógica de mercado se expanda para abarcar mayores ámbitos de la vida.

Los movimientos y organizaciones tienen cada vez menos espacio en el sistema ONU, no obstante, por ahí también se gesta una nueva sociedad. Por tanto, “luchar contra las falsas soluciones pasa por fortalecer nuestras banderas históricas…”.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Este breve artículo ayuda a conocer las negociaciones, acciones y acuerdos frente al cambio climático que se plantean en espacios institucionales como la Organización de las Naciones Unidas, en donde las corporaciones y los representantes de los países del Norte Global llevan la batuta. Asimismo, muestra las alternativas propuestas por pueblos y movimientos sociales y como estos aprovechan las acciones llevadas a cabo por la ONU para hacer contrapeso a los actores con mayor poder.