Keith Bradsher es el jefe de la oficina de Beijing del Times. Se desempeñó como jefe de oficina en Shanghái, Hong Kong, Detroit y como corresponsal en Washington. Formó parte de un equipo que ganó un Pulitzer en 2013 por su cobertura de Apple, y fue finalista del Pulitzer en 1998 por su cobertura de los peligros de los vehículos deportivos.

Una empresa canadiense procesadora de metales de tierras raras está comprando derechos mineros en Groenlandia para reducir la dependencia del mineral ruso y estabilizar los precios. Es el último movimiento de las empresas occidentales para diversificar las cadenas de suministro tras la invasión rusa de Ucrania.

Los metales de tierras raras son esenciales para la fabricación de una amplia gama de productos modernos, como motores de automóviles eléctricos, bombas inteligentes, etc. La demanda se ha disparado a medida que los fabricantes de automóviles cambian una mayor parte de su producción a vehículos eléctricos.

Docenas de empresas extraen minerales de tierras raras en todo el mundo y realizan un proceso para eliminar la suciedad. Pero solo dos fábricas a fuera de China realizan la difícil tarea de separar químicamente el mineral semiprocesado en material utilizable.

Neo Performance Materials, empresa canadiense, compra mineral semiprocesado de Rusia, Estados Unidos y Australia y realiza los procesos químicos en fábricas de Estonia y China.

Lynas, extrae minerales de tierras raras en Australia y realiza los procesos químicos en Malasia.

Neo Performance está adquiriendo derechos mineros de tierras raras en Groenlandia de Hudson Resources, una empresa minera con sede en Vancouver. La adquisición es el primer paso hacia la minería de tierras raras por parte de Neo. Aunque Groenlandia es geográficamente parte de América del Norte, es un distrito autónomo de Dinamarca, miembro de la Unión Europea.

Constantine Karayannopoulos, director ejecutivo de Neo, dijo que su compañía planea comenzar a extraer y procesar el mineral en Groenlandia y el mineral semiprocesado se enviará a la fábrica de separación química de Neo en Estonia. Su objetivo es liberarse de comprar mineral a precios mundiales que fluctúan más que la mayoría de los productos básicos, aumentando hasta 10 veces durante los períodos de tensiones geopolíticas. Además, es bueno para hacer contratos a largo plazo con precios fijos.

Neo también se está preparando para construir una fábrica en Estonia que convertirá las tierras raras procesadas en imanes para motores de automóviles eléctricos. Con los fabricantes de automóviles europeos cambiando la producción hacia los automóviles eléctricos, la Unión Europea ofrece asistencia financiera para la creación de una cadena de suministro dentro de Europa para tierras raras. Esta fábrica actualmente compra tres quintas partes de su mineral de tierras raras de Rusia. Occidente ha impuesto muchas sanciones y restricciones a empresas y exportaciones de Rusia, pero aún no a los metales de tierras raras.

Don Hains, un geólogo canadiense consultor de Neo, dijo que el depósito que Neo adquirió tenía 97% menos de material radiactivo por tonelada que el depósito de Sarfartoq, en el extremo sur de Groenlandia. Karayannopoulos dijo que ese depósito todavía tenía suficientes tierras raras para satisfacer todas las necesidades de procesamiento en todo el mundo de Neo durante al menos 30 años.

Las tierras raras, un grupo de 17 elementos, no son radiactivas, pero los contaminantes radiactivos como el uranio y el torio se encuentran naturalmente en los depósitos de tierras raras. Las controversias sobre cómo eliminar esos contaminantes han llevado al cierre de fábricas de separación de tierras raras en Japón, Australia, Francia y Estados Unidos. Eso ha dejado a China como el principal minero y separador de tierras raras del mundo.

Estados Unidos y Australia están empatados en un distante segundo lugar en minería. Casi todo el mineral estadounidense se extrae en California y va a China para su procesamiento. Ante esto, el presidente Biden y el gobernador Gavin Newsom de California anunciaron planes para subsidiar el reinicio de la separación química en California.

Las tierras raras son esenciales, pero se usan principalmente en pequeñas cantidades, por lo que el valor real de la industria es pequeño. Neo dijo que haría un pago inicial de solo 250 000 dólares a Hudson por los derechos mineros, seguido de 3.25 millones de dólares una vez que se aprobara la transacción. También está estableciendo una subsidiaria para realizar la compra y acordó que Hudson tendría derecho al 5% de los ingresos de una venta u oferta de la subsidiaria.

Los fabricantes de automóviles en Estados Unidos están comenzando a hacer las mismas demandas que los fabricantes de automóviles europeos para un suministro de tierras raras cerca de sus plantas de ensamblaje. General Motors anunció planes para comprar imanes para motores eléctricos de una fábrica que se construirá en Texas y que usaría tierras raras de California. Karayannopoulos predijo que el mercado automotriz estadounidense evolucionaría en la misma dirección que el europeo.