How Russia Pays for War

Cita: 

Gamio, Lazaro y Ana Swanson [2022], "How Russia Pays for War", The New York Times, 30 de octubre, https://www.nytimes.com/interactive/2022/10/30/business/economy/russia-t...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Domingo, Octubre 30, 2022
Tema: 
La guerra y sus beneficios para los grandes exportadores de combustibles fósiles
Idea principal: 

Lazaro Gamio es un editor de gráficos que labora en The New York Times. Se ha desempeñado como editor de visuales en Axios, una start-up de noticias en Washington D.C. Asimismo, ha trabajado en The Washington Post y en el Miami Herald.

Ana Swanson es una periodista en The New York Times en donde escribe acerca de comercio y de economía internacional. Swanson ha trabajado en The Washington Post, ha sido editora de política internacional en el South Asia Channel y, fue editora en jefe en la revista China Economic Review en Shanghai.


Tras la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, diversos países, principalmente de Occidente, se comprometieron a romper lazos económicos con Rusia y a implementar sanciones contra dicho país con el objetivo de mermar su economía y su comercio. Sin embargo, el papel de Rusia como uno de los principales productores de petróleo, gas y otras materias primas de gran importancia, no solo ha impedido que el gigante euroasiático vea su economía menoscabada; sino que, ha propiciado que siga teniendo lucrativas relaciones comerciales, tanto con nuevos aliados como con viejos socios que aún dependen de sus recursos.


Intercambio comercial con Rusia antes y después de la invasión a Ucrania

Previo a la invasión de Ucrania, Rusia importaba una gran cantidad de productos entre los que se encontraban coches, piezas de automóviles, medicamentos y computadoras, de países como Alemania, Corea y China, entre otros (Dato crucial 1).

Importaciones rusas antes de la invasión a Ucrania

Desde el inicio de la contienda en el Este europeo, las importaciones rusas han caído como consecuencia de las sanciones y los límites comerciales. No obstante, mientras las importaciones a Rusia de productos de países Occidentales han bajado, las importaciones de productos procedentes de China y Turquía han visto un aumento, hecho que ha propiciado que las relaciones rusas con estos últimos se estrechen.

Importaciones rusas después de la invasión a Ucrania

Mientras Rusia aparentemente ha podido sustituir y vivir sin los productos que Occidente le ofrece, muchos países han comenzado a verse afectados por la escasez de materias primas rusas, ya que previo a febrero de 2022, el petróleo, el gas, los metales y los minerales rusos, se convirtieron en recursos clave para la vida de millones de personas, ya sea en lo referente a sus autos, sus hogares e incluso en las fábricas (Dato crucial 2).

Exportaciones rusas antes de la invasión a Ucrania

Lo anterior, ha provocado frustración en los principales opositores a Rusia, ya que en lugar de debilitar a la milicia rusa a través de castigos a su economía, la realidad reside en que: “El valor de sus exportaciones creció después de que invadiera Ucrania, incluso en muchos países que han tomado un papel activo en la oposición a Rusia”.

Exportaciones rusas después de la invasión a Ucrania

De acuerdo con datos del Observatorio de Complejidad Económica, los cuales se publican con un retraso de los eventos más recientes, analistas de The New York Times llegaron a la conclusión de que: la economía rusa se encuentra profundamente entrelazada con la economía mundial. Lo anterior, justifica el hecho de que a pesar de las sanciones económicas, Rusia siga obteniendo la riqueza necesaria para continuar sosteniendo una guerra.

En este sentido, Occidente ha introducido, y seguirá implementando, una serie de sanciones que buscan menguar la generación de dinero para la guerra por parte de Rusia. Sin embargo, después de 9 meses de conflicto, dichas sanciones han tenido efectos muy limitados.

Una de las razones de lo anterior, se basa en que a medida que la guerra se ha prolongado, los flujos comerciales internacionales se han visto sometidos a grandes cambios, entre algunos de ellos: se ha dado una escasez de alimentos en muchos países, principalmente escasez de trigo y otros productos básicos que Rusia proveía; los precios del petróleo y otros combustibles fósiles se han elevado, junto con una inflación récord a nivel mundial; las relaciones económicas entre Rusia y Europa se han comenzado a desmoronar; y, han comenzado a formarse nuevas alianzas a medida que las mercancías se han redistribuido en otras geografías.

Otro motivo por el que las sanciones sobre Rusia no han sido tan efectivas, reside en el hecho de que éstas fueron impuestas principalmente por Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea. Al respecto, Estados Unidos y Reino Unido se han destacado por interrumpir sus compras de petróleo ruso y por la promesa de hacerlo a finales de año, respectivamente. No obstante, ninguna de las dos naciones se posiciona como un comprador imprescindible para el mercado ruso.

Por su parte, la Unión Europea es altamente dependiente de los recursos energéticos rusos, por lo que además de encontrarse en plena lucha contra la inflación, se vaticina una escasez de recursos entre los que se encuentran el carbón y el petróleo: el primero, debido a que Europa dejó de importar carbón ruso desde agosto; el segundo, ya que se prohibirá la importación de petróleo ruso desde diciembre, así como todos los productos derivados de este combustible para febrero de 2023. En respuesta, la propia Rusia ha prohibido exportar hacia Europa ciertos productos, entre los que se encuentran los productos agrícolas y médicos.

A pesar de la aparente ineficacia de las sanciones, algunas de las medidas que se han tomado han provocado impactos en la economía rusa, algunas de ellas fueron: el aislar al gigante euroasiático del sistema financiero internacional, las sanciones a millonarios rusos y funcionarios del Kremlin, la prohibición a enviar tecnología avanzada a Rusia y, el bloqueo de las rutas aéreas Occidentales a las aerolíneas rusas.

Sumado a las anteriores, diversas empresas transnacionales suspendieron sus operaciones en Rusia, lo que no solo ha generado impactos en la vida de las personas; sino que, también ha generado repercusiones en los grandes puertos rusos, como San Petersburgo. La inflación, la incertidumbre económica y la reducción en la compra de productos, han sido otros de los impactos que se han dado en Rusia desde la implementación de las sanciones económicas.

Cambio en el intercambio comercial con Rusia desde el inicio de la invasión a Ucrania

Para Rusia, el petróleo y el gas representan sus exportaciones más importantes a tal grado que fungen como fuente de financiamiento para el gobierno ruso. Es a razón de esto, que el aumento en el precio del petróleo y del gas ha resultado ser benéfico para el gigante asiático, ya que el valor de estas exportaciones rusas se ha inflado y por ende, Moscú ha logrado compensar las pérdidas económicas desde la implementación de las sanciones (Dato crucial 3).

De acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), se prevé que para 2023 la economía rusa se contraiga menos de lo anticipado (Dato crucial 4), puesto que “ha resistido las sanciones económicas mejor de lo previsto, ayudada por los altos precios del petróleo y el gas y nuestra dependencia de los combustibles fósiles".

Es razón de lo previo, que Occidente, principalmente Europa, ha decidido imponer nuevas prohibiciones sobre los combustibles fósiles rusos, esto con el objetivo de generar grandes pérdidas al Kremlin. Sin embargo, al mismo tiempo que Europa implanta sanciones, Rusia ha comenzado a buscar nuevos mercados a los que distribuir sus productos, lo que ha convertido a China e India en los nuevos mercados prioritarios para los combustibles rusos, especialmente para el petróleo y sus derivados.

Ventas de petróleo ruso desde el inicio de la invasión a Ucrania

Paralelo al incremento de alianzas comerciales entre China e India con Rusia, Europa ha comenzado a ver hacia otros países para obtener los recursos que dejará de importar de su enemigo euroasiático (Dato crucial 5). Esto, en palabras de Sergey Aleksashenko, ex-ministro de finanzas de Rusia y sub-director de su banco central, podría llevar a una “reorganización del mercado energético”, ya que significa que el petróleo y otros productos de fósiles han comenzado a ser desviados a nuevos mercados.

Aunque hasta el momento Rusia se ha visto beneficiada por su venta de combustibles fósiles, no se tienen datos de los ingresos a este país por su exportación de estos recursos, así como no es seguro que la tendencia positiva continúe. Lo anterior, se debe a que la demanda de productos rusos ha disminuido en diversos lugares, por lo que Rusia ha tenido que bajar sus precios para aumentar sus exportaciones a China e India. En adición a lo último, diversos países occidentales buscan introducir una medida a nivel internacional que les permita implementar un límite a los precios del petróleo, medida que de ser aprobada, servirá para limitar los ingresos que Moscú obtiene por su venta de estos recursos.

Mientras la medida mencionada no sea un hecho, la realidad reside en que Rusia continúa y continuará beneficiándose del incremento de precios de los combustibles fósiles. En el caso del crudo, Rusia tiene gran abundancia de petróleo Brent y Urales, los cuales son mezclas altamente comercializables y que se han posicionado como referentes para la compra y venta de petróleo a nivel mundial, mezclas cuyas ventas disminuyeron a lo largo de 2022; no obstante, gracias al incremento de los precios del crudo, Moscú fue capaz de incrementar sus ganancias por la exportación de estos combustibles (Dato crucial 6).

La invasión a Ucrania ha contribuido de forma positiva al mercado petrolero ruso; sin embargo, a largo plazo, no se puede decir lo mismo para su mercado de gas natural. Esto se debe a que, a diferencia del petróleo el cuál se puede transportar en buques, el gas solo puede ser exportado por medio de gasoductos; esto, no solo implica grandes inversiones y varios años para obtener la infraestructura, sino que significa que la mayor parte de los gasoductos rusos se encuentran en Europa. Como consecuencia de lo previo, Moscú se está enfrentando a una disminución de exportaciones a Europa y junto con ello, a una dificultad para buscar nuevos mercados que requieran de su gas (Dato crucial 7).

Además de productos energéticos, Rusia también se destaca por exportar fertilizantes, asbesto, reactores nucleares, minerales y trigo. Los anteriores, como productos básicos de los que fabricantes internacionales, centrales nucleares e incluso, la alimentación de millones de personas, dependen (Dato crucial 8).

Exportación de otros productos rusos

De acuerdo con Alexander Gabuev de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, las exportaciones rusas y por ende, sus ganancias, se verán reducidas en los próximos años como resultado de la imposición de sanciones más severas y por la búsqueda de nuevas fuentes de energía y nuevos proveedores de recursos, en la que Europa ha incurrido.

En adición a lo previo, Rusia ha comenzado a salir de acuerdos internacionales que facilitaban sus exportaciones e importaciones, así como ha realizado acciones que provocan cada vez más reacciones a nivel mundial. A razón de esto, analistas internacionales prevén que el panorama económico y comercial ruso dé un giro para 2023.

Datos cruciales: 

1. En 2020, Rusia importó 220 mil millones de dólares en productos del resto del mundo, incluyendo coches y piezas de automóviles, medicamentos y ordenadores, comprando en gran medida a China, Alemania, Corea y otros países.

2. De las exportaciones rusas previas a la guerra con Ucrania, más de dos tercios correspondían al petróleo, gas, metales y minerales rusos, los cuales son utilizados para el calentamiento de los hogares, generación de combustibles, etc.

3. Desde el incremento en el precio de los combustibles fósiles, principalmente el petróleo y el gas, Gazprom, la principal compañía energética rusa la cuál es de origen estatal, registró un beneficio récord en los primeros 6 meses de 2022.

4. En abril de 2022, el Fondo Monetario Internacional (FMI) había previsto que la economía rusa sufriría una contracción de 8.5% para finales del 2022. En julio de 2022, la organización cambió su previsión por la de una contracción de 6%. Para octubre de 2022, el FMI declaró que la economía rusa únicamente se contraerá un total de 3.4% para finales del año.

5. En sustitución de Rusia, países como Angola, Arabia Saudita e Irak han comenzado a vender más petróleo a Europa.

6. Tras el incremento en los precios del petróleo a lo largo de 2022, Rusia fue capaz de superar sus ganancias de la exportación de las mezclas Brent y Urales comparadas con las ganancias de marzo-julio de años anteriores. Todo esto, a pesar de que la venta del crudo disminuyó.

7. En julio de 2022, Alemania redujo a la mitad la cantidad de gas natural que importaba de Rusia y pasó a importar más de Noruega y Estados Unidos. En septiembre, los principales gasoductos que transportan el gas de Rusia a Alemania sufrieron daños en forma de explosiones.

8. De las exportaciones rusas: fabricantes de automóviles dependen del paladio y el rodio ruso para la fabricación de catalizadores; respecto al uranio ruso, Francia depende de este recurso para hacer funcionar sus centrales nucleares. En el caso de los diamantes rusos, Bélgica es un gran importador de este producto.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El caso de Rusia y la forma en que la guerra la ha beneficiado a pesar de las múltiples sanciones que se le han impuesto, no solo muestra el hecho de que todos los Estados están entrelazados, principalmente de forma económica; sino, es un reflejo de la manera en que los recursos y la economía pueden presentarse como elementos decisivos para la victoria, la derrota e incluso para la supervivencia en una disputa internacional. Lo que está pasando con Rusia, además de presentar un panorama económico y comercial que probablemente muchas potencias no se esperaban; también, puede servir como un parteaguas para que a nivel internacional se comiencen a implementar cambios respecto a los recursos que más consumimos, la forma en que hacemos uso de ellos y, para comenzar a innovar y buscar alternativas menos dañinas a estos. Lo previo, ya que la situación particular de Rusia desde la invasión a Ucrania, ha demostrado no solo que a pesar de los discursos se siguen manteniendo estrechos lazos entre países que mantienen valores totalmente distintos y, el hecho de que seguimos dependiendo de recursos que son altamente contaminantes y continúan dañando el planeta.