Muchas multinacionales que tenían su base de operaciones en Estados Unidos deslocalizaron su producción trasladándose hacia China para obtener mayores ganancias. Sin embargo, en años recientes han tenido que enfrentarse al aumento de costos en China debido al crecimiento de los salarios incluyendo los de la alta gerencia, y las políticas de protección al trabajador establecidas por el gobierno; además, los trabajadores han aumentado sus expectativas de vida y existe poco trabajo calificado en el mercado. Se estima que al menos 100 empresas de todos los tamaños han relocalizado su producción, entre las empresas gigantes, General Electric decidió fabricar lavadoras, refrigeradores y calentadores en Kentucky, en una instalación que iba a ser cerrada; Google decidió elaborar su plataforma para stream llamada Nexus Q, en San José California. Por ahora el retorno de capitales concierne solamente a la producción destinada al mercado de Estados Unidos. A pesar de eso, China se mantiene como destino atractivo para la inversión por su enorme infraestructura y poder de mercado. Como alternativa, varias empresas optaron por trasladar parte de su producción de regreso a Estados Unidos aprovechando que los salarios se han mantenido estancados y que los costos de la energía se han reducido en forma significativa, otras han buscado lugares que permitan producir con salarios bajos y laxas regulaciones ambientales, mientras que algunas están interesadas en acortar gastos de distribución, por lo que si regresaron sus operaciones a Estados Unidos o en todo caso, decidieron instalarse en México aprovechando la cercanía del país. En años recientes se ha abierto como alternativa de producción la impresión en 3D, que permite uniformar costos ya sea en Estados Unidos o China. Otro elemento de la relocalización es el uso creciente de robots, cuyos costos han disminuido 40-50% desde 1990.