Volkswagen, Deutsche Bank, Siemens: el lado oscuro del capitalismo alemán

Cita: 

Martínez, Salvador [2015], “Volkswagen, Deutsche Bank, Siemens: el lado oscuro del capitalismo alemán”, eldiario.es, Berlín, 23 de septiembre, http://www.eldiario.es/economia/Volkswagen-Deutsche-Bank-Siemens-capital...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Septiembre 23, 2015
Tema: 
Los escándalos de algunas empresas alemanas y su relación con la economía alemana.
Idea principal: 

Recientemente hubo un escándalo en el cual Volkswagen fue el protagonista, ya que reconoció haber modificado 11 millones de automóviles en el mundo, aunque no ha sido la única compañía alemana que realizado actividades fraudulentas. Otras empresas importantes como Deutsche Bank que es el mayor banco de inversiones en Europa o la empresa Siemens, líder continental en ingeniería industrial, también han sido señaladas por hacer actividades desleales.

Para poder analizar esta situación, es importante ver el contexto en el que se encuentra la empresa en su interior, Martin Winterkorn, quien es el presidente del consejo de Volkswagen AG, tuvo que defender su cargo a principios de año. Ferdinand Piëch, un magnate austriaco y hasta no hace mucho uno de los principales accionistas, quería sacar de la compañía a Winterkorn. Sin embargo, en abril al descubrir los fuertes apoyos con los que contaba Winterkorn, fue el propio Piëch quien tuvo que retirarse.

En Estados Unidos se les estimó una multa por el engaño de Volkswagen en cerca de medio millón de vehículos. Y por esto perdieron un porcentaje importante en el valor de sus acciones.

Este escándalo comenzó cuando la EPA (environmental protection agency) descubrió que Volkswagen había hecho trampa para que sus motores lograran cumplir con los estándares de emisiones de gases contaminantes que fueron impuestos por el gobierno de Estados Unidos mediante un software que modifica el comportamiento del motor cuando detecta que está siendo sometido a una prueba. Este es un programa que monitorea la posición del volante, la velocidad del vehículo, por cuánto tiempo ha estado encendido el motor y la presión barométrica para determinar si el vehículo se está usando en condiciones normales o de prueba, modificando entonces el comportamiento del motor para así emitir menos gases contaminantes si se trata de la última.
Por lo que Volkswagen era consiente de éste método y además lograron engañar a la EPA por siete años vendiendo casi medio millón de vehículos que pueden ser catalogados como ilegales en Estados Unidos.

El nuevo Libor alemán

Deutsche Bank tuvo que pagar una multa en Estados Unidos y Reino Unido por su implicación en el escándalo de Libor que fue un caso de manipulación en el tipo de interés del mercado interbancario de Londres.

Existe una diferencia entre ambos casos, porque los grandes bancos implicados en la manipulación del Libor, además de Deutsche Bank, fueron multados Barclays, UBS, City Group y JP Morgan, quienes además se defendieron apuntando que las faltas las cometieron algunos empleados por su cuenta. Sin embargo en Volkswagen, la atención no está puesta en directivos situados en partes bajas o intermedias de la jerarquía, sino en los altos cargos que dirigen la empresa.

La empresa Siemenes se vió obligada a pagar multas en Estados Unidos y en Alemania ya que era el blanco de investigaciones sobre un sistema de sobornos que fue ideado para obtener contratos en diversos países.

Johanna Mair, profesora de la Hertie School of Governance de Berlín, dice que este tipo de problemas se dan cuando hay una “sobreestimación de uno mismo” entre los líderes de una empresa. “La falta de humildad en la dirección de empresas lleva a pensar que se puede caminar sobre el agua o hacer lo que sea, y de esto resulta que los estándares éticos se queden vacíos” antes de reconocer la presión que ejerce el ritmo del capitalismo global. “En Alemania las empresas operan hoy en día con un claro mandato de maximizar el valor de las acciones, algo que, en ocasiones hace que los líderes de las empresas olviden que, en su mundo, el fin no debería justificar los medios ”, señala Mair.

Como Volkswagen es una empresa muy importante para la economía alemana, si ésta ve afectadas sus ventas, entonces también se afectará la economía de dicho país. Lo mismo pasa con el Deutsch Bank que es considerado en el mundo de las finanzas como un banco demasiado grande para caer "too big to fail", su tamaño es tal que su derrumbe traería problemas financieros a nivel global.

Participación pública

El caso de Volkswagen tiene que preocupar principalmente a los políticos del Land de Baja Sajonia que es el noroeste germano. Esta región figura entre los principales accionistas de la compañía, contando con un 20%.
Por otra parte el diario conservador Die Welt hizo mención de la respuesta que el ministro de Transportes, el democristiano de la CSU bávara Alexander Dobrindt, había ofrecido en una sesión parlamentaria en el Bundestag en julio y en la que reconocía la existencia en la industria del automóvil de aparatos con un sistema defectuoso de detección de emisiones. “Es sorprendente que Dobrindt se muestre sorprendido” con el escándalo “porque en julio estaba muy bien informado en lo que respecta a las manipulaciones” del sistema de emisión de gases, ha apuntado Oliver Krischer, vicepresidente del grupo parlamentario ecologista. Por todo esto, la Fiscalía alemana va a lanzar una investigación criminal sobre los hechos de esta empresa de automóviles.

Este tipo de casos se percibe como asuntos turbios que mancillan los éxitos actuales de una economía alemana cuyos datos macroeconómicos son la envidia de sus socios europeos.

Así, el diario sensacionalista Bild afirmó que los productos “Made in Germany están en peligro” a raíz del escándalo de Volkswagen, según un reciente editorial firmado por la periodista Sissi Benner. Y desde este mismo periódico se pidieron explicaciones a Winterkorn porque “la buena reputación de la economía alemana en el mundo se debe en buena parte a Volkswagen”. Está por ver si aclarar lo ocurrido servirá para enmendar los daños infligidos a la marca con el escándalo de los gases.

Datos cruciales: 

En Estados Unidos, donde la Agencia de Protección del Medio Ambiente denunció la semana pasada el engaño de Volkswagen en cerca de medio millón de vehículos, ya se evalúa que la empresa alemana podría verse obligada a pagar una multa de unos 16.000 millones de euros. Este tipo de estimaciones explican en buena medida por qué a mediados de esta semana habían perdido casi un 35% de su valor las acciones de la compañía, que da trabajo a casi un tercio de los cerca de 780.000 empleados del sector del automóvil alemán.

Este año, Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania con 45.000 trabajadores, acordó pagar a las autoridades de Estados Unidos y Reino Unido 2.300 millones de euros por su implicación en el escándalo del Libor.

Siemens por su parte, tuvo que desembolsar la pasada década unos 1.400 millones de euros en multas en Estados Unidos y Alemania para poner fin a una serie de investigaciones sobre un sistema de sobornos ideado para obtener contratos en países como Rusia, Israel, Irak, Venezuela y Bangladesh. A este escándalo se le puso la etiqueta del "mayor caso de sobornos en la historia del mundo empresarial".

Las dimensiones de una empresa como Volkswagen son tales que ella sola contribuye alrededor de un 2,7% al PIB alemán. De verse afectadas las ventas de automóviles de la firma con sede en Wolfsburgo, también lo haría hasta cierto punto la economía alemana. Al igual que si se viera afectado el Deutsche Bank, sería peligroso ya que en productos financieros derivados, se ha estimado que Deutsche Bank tiene invertidos unos 67 billones de euros, una cantidad veinte veces mayor que el PIB alemán.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Como es bien sabido Volkswagen es una de las principales empresas a nivel mundial en la industria automotriz y es una importante contribuidora del PIB alemán al igual que el banco Deutsche Bank y la empresa Siemens, las cuales se han visto involucradas en actividades ilegales y las cuales son peligrosas para la reputación de estas corporaciones.

De un modo similar que en el caso de los rescates operados tras la crisis de 2008, los fraudes empresariales son tratados como casos judiciales, en que los responsables son individuos y no las jerarquías ejecutivas. Las sanciones aplicadas devienen el pago de "licencias" para delinquir pues no impiden la comisión de nuevos delitos. El tema de la rendición de cuentas por parte de la alta gerencia sigue siendo letra muerta.