La crisis de la financiarización

Cita: 

Morera, Carlos y Costas Lapavitsas (coordinadores) [2011], La crisis de la financiarización, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Económicas, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, 400 pp.

Fuente: 
Libro electrónico
Fecha de publicación: 
2011
Tema: 
Las finanzas como eje fundamental para el análisis de la crisis de 2007 a 2009.
Idea principal: 

Este texto se encuentra disponible en:
http://ru.iiec.unam.mx/78/1/LaCrisisFinanciarizacion.pdf

Introducción
(Costas Lapavitsas)

Lapavitsas es profesor de economía en la escuela de estudios orientales y africanos de la Universidad de Londres. En enero de 2015 fue elegido como miembro del parlamento griego para el partido de izquierda Syriza, en agosto del mismo año se pasó a la Unidad Popular.

1. Una crisis de la financiarización

Una crisis sistémica muy peculiar

En 2008 el sistema financiero estadounidense sufrió un terrible infarto, los gigantes del mercado de la vivienda patrocinados por el gobierno estuvieron a punto de quebrar, mientras que uno de los mayores bancos de inversión, Lehman Brothers, se fue a la quiebra (p. 13).

El pánico financiero se mantuvo entre septiembre y octubre de 2008, durante ese tiempo los bancos estadounidenses y los de la mayor parte del mundo desarrollado pudieron hacer frente a un colapso sistémico gracias a la intervención de los gobiernos por medio de los ministerios de economía y de los bancos centrales de los países capitalistas avanzados. Aun con esta coordinación, no fue posible evitar la recesión a finales de 2008 y durante una buena parte de 2009 (p. 13).

Este evento no fue por medio de generación espontánea, anterior a este colapso estaba la burbuja de 2001 a 2007 que se alimentó principalmente del crédito interno barato apoyado en una política monetaria laxista en Estados Unidos. De 2001 a 2004 (y después de la ruptura de una burbuja anterior en la bolsa de Nueva York) la Reserva Federal redujo los tipos de interés a niveles muy bajos con la intención de adelantarse a la recesión y las instituciones financieras sacaron partido del bajo precio de los fondos para crear una burbuja de la vivienda, entre otros hechos. Lapavitsas, resume esta serie de acontecimientos diciendo que, “el sector financiero infló una burbuja, el estado lidió con las consecuencias y, con ello, se crearon las condiciones para la siguiente burbuja” (p. 14).

El crédito que alimentó la burbuja para la crisis de 2008 tenía características muy peculiares, quienes cargaron con el mayor peso de endeudamiento entre 2001 y 2007 fueron los asalariados, incluidas algunas de las capas más pobres de la clase trabajadora que antes no tenían acceso a los servicios bancarios. La deuda de los trabajadores estadounidenses llegó a representar más de 130% del ingreso disponible en 2007 (p. 15).

El autor señala que la crisis de 2008 comenzó como escasez de liquidez en el mercado monetario originada en el mercado de la vivienda para los trabajadores, posteriormente se convirtió en una crisis de solvencia, porque los bancos que estaban más expuestos a la titulización de las hipotecas parecían incapaces de soportar las pérdidas previsibles, finalmente, el mercado de acciones captó lo que estaba en juego y exacerbó el problema de solvencia mediante fuertes caídas de los precios de las acciones bancarias, lo cual contribuyó a agravar la escasez de liquidez, ya que a mediados de 2008, nadie otorgó algún préstamo comercial a un bucanero de la vivienda cuyas acciones habían caído por los suelos (como Lehman Brothers) (p. 17).

Con el agotamiento de la liquidez y con la solvencia en peligro, los bancos redujeron los préstamos, a causa de esto los grandes consorcios, las pequeñas y medianas empresas comenzaron a tener problemas para financiar la masa salarial, se redujo la producción, se eliminaron inventarios, hubo despidos por exceso de personal, comenzó el pánico de consumo causando efectos en la producción y exportación, “la caída sincronizada de la producción en el mundo de finales de 2008 y a principios de 2009 resulta notable por su rapidez: la explosión de la burbuja de la vivienda en Estados Unidos se había convertido en una recesión mundial” (p. 18).

El estado al rescate

La intervención del estado evitó la catástrofe total, con este hecho Lapavitsas afirma que la crisis destapó la cortina de humo ideológica de la eficiencia del libre mercado, demostrando que el capitalismo moderno es un capitalismo administrado, es decir, sin la intervención del estado, sería muy difícil que el capitalismo contemporáneo funcionara (p. 19).

La intervención del estado se apoyó en gran medida en los bancos centrales, que tienen la función de ser el brazo derecho de la política económica contemporánea. Los bancos centrales generaron volúmenes de dinero líquido sin precedentes, con frecuencia a cambio de activos privados menos solventes, con lo cual el crédito público sustituyó directamente el crédito privado malo y transfirió el riesgo a la población en general, de hecho, la intervención del estado también se apoyó en los recursos provenientes de la recaudación de impuestos y en la capacidad de endeudamiento del Tesoro; y en varios bancos débiles, pero grandes, el estado adquirió participaciones con el fin de fortalecer su solvencia. En términos amplios, nos dice el autor, se pusieron recursos sociales a disposición de los bancos privados fallidos que antes se habían dedicado a actividades especulativas (p. 20).

Otro elemento a destacar sobre la participación del estado es que “desplegó recursos y crédito público para rescatar a los bancos, pero sin poner en tela de juicio los fundamentos de la propiedad y la administración privadas en el sector bancario” (p. 20).

Por su parte, los bancos lograron dirigir el debate público sobre la reforma bancaria hacia temas que no perturbaran su preeminencia (p. 21).

Para finales de 2009, por medio de la intervención del estado, se había logrado estabilizar las finanzas de las economías desarrolladas. El problema radicaba en que el estado al utilizar grandes sumas monetarias para rescatar a los bancos, tenía predicho un crecimiento reducido y precario (p. 22).

2. El meollo teórico

Desde mediados de los setenta persistía en las economías desarrolladas una crisis incipiente de sobreacumulación, que no había estallado por la utilización de una serie de dispositivos, sobre todo las burbujas financieras. Al estallar la burbuja de 2001-2007, aquella crisis latente, pudo manifestarse.

La crisis de 2007-2009 tuvo un aspecto financiero irreductible. La causa principal fue la relación existente entre las finanzas y la acumulación real en los últimos años. La actividad financiera del capital productivo, la de los trabajadores y las instituciones del estado, refleja mucho más que los aspectos fundamentales de la producción y la venta de mercancías. Lapavitsas enfatiza en que la crisis de 2007 a 2009 es peculiar, justamente porque se trata de una crisis de la financiarización (p. 24).

El autor señala que la economía política marxista se quedó sin medios para intervenir en el debate político e ideológico, al dejar de lado el fenómeno “superficial” de las finanzas y seguir buscando las “verdaderas” causas profundas de la crisis.

La configuración actual del sistema capitalista ha puesto en el centro de los acontecimientos a las finanzas, reconocer este cambio, nos dice el autor, puede dar a la economía política marxista la posibilidad de participar de una manera más eficaz en el debate político actual sobre la economía capitalista.

De esta forma, el libro en su conjunto, busca estudiar la crisis desde “el cambio de relación entre la esfera de la producción y la esfera de la circulación, especialmente en lo que se refiere a las finanzas. El papel de las finanzas está lejos de ser un fenómeno superficial; por el contrario, es un aspecto esencial e integral de una crisis de la financiarización” (p. 25).

El contenido de la obra

A partir de ocho ensayos, el libro se encuentra dividido en dos partes, la primera, se centra en aspectos internos de la financiarización y busca los orígenes de la crisis en las operaciones de los sistemas financieros de los países en desarrollo, y la segunda, se centra en el aspecto internacional de la financiarización.

Primera parte

1. En el artículo de Lapavitsas, se afirma que la financiarización representa una transformación estructural de las economías capitalistas que ha alterado el equilibrio de la producción y de la circulación, favoreciendo a esta última.

2. Dimsky en su ensayo a partir de la exploración de ganancias financieras del ingreso de los más pobres de Estados Unidos, muestra que en el trasfondo de la burbuja estadounidense y de la crisis, existía explotación y discriminación racial apenas disimulada.

3. Dos Santos, por medio de un análisis a la orientación de los bancos hacia los trabajadores individuales en el transcurso de la financiarización, demuestra que los préstamos a particulares representan una proporción cada vez mayor de las ganancias bancarias (p. 28).

4. Papadatos, muestra que los bancos centrales surgieron como la máxima autoridad en materia de normatividad del capitalismo financiarizado.

Segunda parte

5. Itoh, estudia los paralelismos con la crisis de los noventa en Japón y con la “gran depresión” de los años treinta. El autor considera que la crisis de 2007-2009 resultó de una burbuja mucho más grande que la que provocó la crisis japonesa, dado que la explosión especulativa de 2001 a 2007 en Estados Unidos fue mayor que la de Japón en los ochenta, Itoh, concluye menos severa a la crisis de 2008 debido a el peso del estado en la economía.

6. Morera y Rojas, demuestran que existe un aumento y una complejidad mayor en los flujos internacionales que tienen como base al dólar estadounidense. Los autores colocan especial interés en la importancia del mercado petrolero (p. 29).

7. Painceira se enfoca en el estudio de los flujos de capital. Mostrando que la acumulación de reservas de los países en desarrollo ha significado que los pobres han estado financiando a los ricos en la economía mundial durante los últimos 10 años. El imperialismo contemporáneo se caracteriza por un gran número de países en desarrollo que implícitamente subsidian a Estados Unidos, proceso fundamental durante la burbuja de 2007-2009.

8. Ergüneş estudia el surgimiento de la financiarización interna en los países de ingresos medios. Se centra en el caso de Turquía, señalando que hay indicios de que los bancos extranjeros y nacionales están alentando más el crédito al consumo que a la inversión en los países de ingresos medios y es muy probable que ese hecho tenga profundas consecuencias para el desarrollo y la estabilidad interna (p. 30).

Cápitulos relevantes para el proyecto: 

1. El capitalismo financiarizado. Crisis y expropiación financiera (Costas Lapavitsas).

6. La globalización del capital financiero 1997-2008 (Carlos Morera Camacho y José Antonio Rojas Nieto).

7. Los países en desarrollo en la era de la financiarización: de la acumulación del déficit a la de reservas de divisas (Juan Pablo Painceira).

Nexo con el tema que estudiamos: 

El tema central se encuentra en el capital ficticio y en los cambios de las formas de acumulación en el capitalismo neoliberal. El dinero que genera dinero sin pasar por la fase productiva se convirtió en una de las características de la crisis financiera, misma que rápidamente se tornó en crisis de sobreproducción, afectando desde luego a la producción, pasando por el empleo y por el comercio internacional. Nuestro análisis se enfoca estas cualidades de origen, para examinar el camino y las transformaciones entre las grandes empresas.