Precarización de la fuerza de trabajo mexicana bajo el proceso de reestructuración productiva estadounidense

Cita: 

Covarrubias, Humberto, Raúl Delgado y Óscar Pérez [2006], “Precarización de la fuerza de trabajo mexicana bajo el proceso de reestructuración productiva estadounidense”, Theomai, Argentina, Red de Estudios sobre Sociedad, Naturaleza y Desarrollo, 14(2):92-109, segundo semestre

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Junio, 2006
Tema: 
El uso en condiciones precarias de la fuerza de trabajo mexicana para la reestructuración productiva de la economía estadounidense.
Idea principal: 

El artículo está escrito por miembros del Doctorado en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

El objetivo del artículo es analizar en términos generales el proceso de exportación de fuerza de trabajo barata a Estados Unidos y evidenciar algunos de sus efectos más notorios en la economía mexicana. Se retoma el modelo exportador de fuerza de trabajo concebido por Delgado y Márquez (2005) y Delgado y Cyper (2005). Se advierte la formación de una reserva laboral altamente precarizada en el sector formal e informal de ambas economías.

El documento se presenta en cuatro secciones. En la primera, se exponen los fundamentos del modelo exportador de fuerza de trabajo mexicana barata. En la segunda, se revisan las condiciones de precarización del mercado laboral en México, tanto del sector formal como informal. En la tercera se revisa el papel de la migración laboral mexicana en Estados Unidos. Y en la cuarta se presentan una serie de conclusiones generales.

El texto inicia con la idea de Schierup, Hansen y Castles (2006) de que la globalización no solo se asocia a la conformación de bloques comerciales regionales, la transnacionalización de los mercados financieros, la reestructuración y la internacionalización productiva, sino que implica una estrategia de abaratamiento de la fuerza de trabajo; asociado al desmantelamiento del Estado de bienestar en los países centrales. De acuerdo a los autores la reestructuración productiva, aun basada en el sector de las manufacturas, de los países desarrollados se caracteriza por: la difusión de las tecnologías de la información y del conocimiento, la tercerización de la economía, la internacionalización de la producción y las finanzas. Además del abaratamiento de la fuerza de trabajo como elemento crucial de la reestructuración productiva estadounidense (p. 93).

El núcleo analítico del artículo radica en el uso del modelo exportador de fuerza de trabajo que vislumbra el uso de la fuerza de trabajo mexicana en beneficio de la economía estadounidense; contemplando dos escenarios del uso de mano de obra barata mexicana. El primero, indirecto, en las empresas ensambladoras que conforman a la maquila y en el sector manufacturero que opera como maquila encubierta debido al alto índice de importación temporal. Y el segundo, el directo, vía migración laboral. La exportación de fuerza de trabajo mexicana en la maquila y en la maquila encubierta da cuenta de una integración asimétrica de México a Estados Unidos.

Se subrayan dos características esenciales de la operatividad de la industria maquiladora de exportación y de la maquila encubierta: la no generación de encadenamientos productivos con el resto de los sectores productivos nacionales y los procesos de precarización laboral que les permite tener bajos costos de producción (pp. 93-95).

De 1980 a 2004, los salarios percibidos en la industria manufacturera han tenido una caída de15.6%. En el texto se sostiene que la exportación de mexicanos a favor de la economía estadounidense ha estado determinada por la implementación dogmática de políticas neoliberales (p.94). Desde la implementación del neoliberalismo, México ha adoptado una política macroeconómica volcada al exterior basando sus expectativas de crecimiento económico en la oferta de fuerza de trabajo barata; teniendo como resultado un mercado interno desmantelado, un sector laboral transnacionalizado y un incremento considerable de la economía informal (p. 94). En estas circunstancias se demuestra la incapacidad estructural de la economía mexicana para generar empleos de calidad (pp. 94-101). De 1941 a 1981, el PIB creció a una tasa media anual del 6.3%, mientras que a partir de 1983 ha sido del 2.4% con una tasa de desempleo del 70%, tomando como referencia el incremento de la población económicamente activa (PEA).

El proceso de precarización laboral ha sido resultado de una reducción importante del sector laboral formal, de la pérdida de dinamismo ocupacional en la maquila y del deterioro de los salarios en la manufactura. En el 2000 disminuyó la absorción de empleos en el sector maquilador signo de la temprana desaceleración de la economía estadounidense. Es importante mencionar que a pesar de que las maquilas han sido el sector más dinámico en la generación de empleo formal éste se ha enfrentado a la competencia de otras naciones como China o algunas de Centroamérica que ofrecen mano de obra más barata (p. 97). Esto es que la supuesta ventaja comparativa basada en la oferta de fuerza de trabajo barata no es perdurable como bien se afirma en el texto. Ante la disminución del sector laboral formal, el autoempleo se ha incrementado, mientras que las tasas salariales reales han disminuido y por tanto se tiene un incremento generalizado de la pobreza. De acuerdo a Boltvinik (2006), la pobreza se incrementó en un 8.1% de 2000 a 2004.

Respecto a la migración laboral a Estados Unidos, se nos explica que con la implementación de las políticas neoliberales y con la entrada en vigor del TLCAN los flujos poblacionales al país del norte se han intensificado drásticamente (p.101). Bajo el esquema en que México figura como provisor de fuerza de trabajo a favor de la disminución de los costos de producción de las empresas estadounidenses, es importante subrayar la idea de los autores respecto a que la reestructuración productiva de Estados Unidos, iniciada desde la década de los ochenta, ha propiciado la reasignación o redistribución espacial y sectorial de la fuerza de trabajo en el plano binacional (p. 102). Esto último en condiciones de precarización laboral en las que se define a los trabajadores como “desechables” mediante sistemas de subcontratación como el outsourcing y el day labor.

Los mexicanos que no son ocupados en el sector agrícola son ocupados principalmente en el sector de la construcción, servicios y en las manufacturas maduras (p.104). El diferencial salarial manufacturero es ilustrativo de las asimetrías entre México y Estados Unidos: en México el salario por hora en la industria manufacturera es de 2.57 dólares y en Estados Unidos es de 16.45 dólares, para el caso de los empleos formales y en el sector informal es de 5 dólares por hora. Esto último significa una forma de precarización extrema en el contexto salarial estadounidense (p.105).

Finalmente, se nos expone una serie de reflexiones que hacen se cumpla con el objetivo central del artículo. Entre México y Estados Unidos se ha consolidado un mercado laboral transnacional asimétrico e inequitativo que operativamente funciona a través del modelo exportador de fuerza de trabajo, teniendo como estrategia el abaratamiento y precarización de la fuerza de trabajo. El impacto, evaluado por los autores, de la exportación directa e indirecta de fuerza de trabajo mexicana a Estados Unidos se mide a través de: la generación de un proceso de desacumulación, la transferencia al exterior de mano de obra mexicana cuyos costos de producción recaen en la economía nacional, el desmantelamiento del aparato productivo nacional y el achicamiento y precarización del empleo formal de calidad en el país (pp.107-109).

Datos cruciales: 

El texto incluye información cuantitativa valiosa que da rigor al trabajo.

Se muestran datos de 1970 a 2003 sobre el crecimiento económico, empleo y migración de mexicanos a Estados Unidos.

Se nos ofrecen tablas y gráficos con datos sobre la evolución del empleo en el país, los cambios de la población ocupada por posición en el trabajo y por sectores productivos para el periodo del 2000 al 2005, tomando como punto de comparación al 2do trimestre de la economía (p.96-97).

Además de que se desagrega información para las industrias manufactureras y maquiladoras, mostrando datos sobre la generación de empleo desde 1994 al 2006 (p.97). Conjuntamente se da evidencia de la productividad en la industria manufacturera y de la evolución de los salarios reales para el periodo comprendido de 1993 al 2003 (p. 98).

La evidencia empírica para la precarización laboral de mexicanos en Estados Unidos se evidencia a través de gráficos que dan cuenta de las principales ocupaciones en las que se emplea a los migrantes considerando las tasas salariales reales para el periodo de 1980 al 2003 (p.103).

Finalmente, se presentan datos para el 2004 y el 2005 sobre la distribución de la población ocupada por sector en Estados Unidos nacida en México, atendiendo su nivel de escolaridad (p. 108).

Trabajo de Fuentes: 

Boltvinik, Julio [2006], “Los fracasos de Fox/II”, La Jornada, México, 2 de Junio, http://www.jornada.unam.mx/2006/06/02/index.php?section=economia&article...

Delgado, Raúl y Humberto Márquez [2005], “Migración, políticas públicas y desarrollo. Reflexiones en torno al caso de México”, Ponencia presentada en el Seminario Problemas y Desafíos de la Migración y el Desarrollo en América, Cuernavaca, Red Internacional de Migración y Desarrollo, 7-9 de abril.

Schierup, Carl-Ulrik, Peo Hansen y Stephen Castles [2006], “Migration, Citizenship, and the European Welfare Satate. A European Dilemma”, OUP Catalogue, Gran Bretaña, Oxford University Press

Nexo con el tema que estudiamos: 

El modelo exportador de fuerza de trabajo, visto a través de exportación directa e indirecta de mano de obra barata en favor de la reestructuración de la economía estadounidense, es uno de los ejes centrales en el análisis de la organización mundial determinada por las empresas transnacionales. La industria maquiladora en México es el espacio de actuación de los grandes capitales extranjeros en el país. Concebir a las empresas como sujetos concentradores de poder económico, social, político y cultural nos conduce al estudio de las condiciones de vida de la fuerza de trabajo que emplean. Se advierte una tendencia a la precarización y transnacionalización de los mercados laborales.