European Banks. Banking and nothingness. Europe’s dithering banks are losing ground to their decisive American rivals

Cita: 

The Economist [2015], “European Banks. Banking and nothingness. Europe’s dithering banks are losing ground to their decisive American rivals”, The Economist, 17 de octubre, http://www.economist.com/news/finance-and-economics/21674778-europes-dit...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 17, 2015
Tema: 
La competencia entre bancos europeos y bancos norteamericanos después de la crisis de 2008
Idea principal: 

El 11 de Octubre el presidente de Barclays dio a entender que sus bancos podrían ser vendidos a un rival por el deseo de crecer. Pero al siguiente día surgió que el mismo presidente se había quedado con un antiguo inversionista bancario de J.P Morgan, Jes Staley, es el nuevo jefe del banco.

Siente años después de la gran crisis financiera, los bancos europeos siguen comportándose como si estuvieran en el ojo del huracán. Los planes de una reestructuración radical son pospuestas antes de que las implementen, frecuentemente acompañadas por defenestraciones administrativas Barclays es uno de cuatro grandes bancos europeos con nuevos lideres. Y no se han decidido ante las cuestiones más básicas, por ejemplo, en cuánto capital necesitan o si el crecimiento de las inversiones bancarias fracasa.

La postura de indecisión europea en contraste con el ingenio de los bancos norteamericanos (los cuales se reestructuraron rápidamente), los regresa a los niveles en que se encontraban en la pre-crisis, pero sus hojas de balance son sólidas y los equipos directivos permanentes. Los bancos europeos siguen presionando por las unidades que no se responsabilizan y préstamos sin respaldo.

Los inversionistas lo han notificado. Los bancos europeos más grandes, incluyendo a Deutsche Bank y HSBC, comercian con un descuento para el valor tangibles en libros: en teoría, estarían mejor y el dinero regresaría a los accionistas. Bar Citi, el banco más grande de Norteamérica comercia con un recargo en su valor en libros.

En la banca de inversión. Wall Street despiadadamente está ganando acciones en el mercado al costo de la banca europea. El negocio de ayudar compañías a ganar dinero en los mercados de capitales, comerciando bonos y generalmente moviendo dinero, es lo que los bancos europeos se están resistiendo.

Muchos factores ayudan a explicar el desastre de los bancos europeos. Los beneficios a través de todas sus lineas de negocio han sido golpeadas por años de muy bajo crecimiento económico; los bancos norteamericanos han estado prestando en un entorno más optimista. Las tasas de interés en la zona euro son fijadas para mantenerlas bajas por más tiempo, haciendo difícil generar margenes de interés neto lo suficientemente rentables para ofrecer préstamos. El mercado bancario europeo está fragmentado e incluye políticas de control a los prestamistas, tal como Landesbanken en Alemania, el cual mina las ganancias de todos.

Los líderes de los bancos europeos también culpan los cambios en las regulaciones de sus malas estrategias. Ellos han tenido una labor difícil para adaptarse a las nuevas reglas globales, las cuales los han empujado hacia un modelo más “norteamericano”. La introducción de una tasa de apalancamiento, que limita el monto que los bancos pueden prestar, es un importe trasatlántico. El castigo a estos holdings bancarios relativamente asegura activos tales como hipotecas o bonos de gobierno (es decir la esencia de la banca europea). Al contrario, los bancos norteamericanos se comportan como guías del mercado de capitales y mantienen relativamente pocas hipotecas en sus hojas de balance, gracias parcialmente a agencias gubernamentales como Fannie Mae y Freddie Mac.

Ciertamente, algunas de las letras pequeñas de la regulación en Europa se acercan desde hace un tiempo. Una nueva banca reguladora de la zona euro (consecuencia directa de la crisis) apenas está tomando forma, un año después de haber sido creada. Los banqueros europeos se han estado negando a aceptarlo, seguros de que su política maestra podría discutir la revocación de la regulación.

La rivalidad toma el mismo rumbo, se trata del esfuerzo que requieren los bancos para ayudar a las empresas y gobiernos a generar capital y con ello reactivar la función de estos y de ellas mismas para seguir prestando. Los legisladores quieren apoyar menos a los bancos y más a los mercados de capital. Pero a las tasas actuales, advierten los banqueros, sólo los gigantes de Wall Street serán capaces de ayudar a las compañías europeas de encontrar inversionistas o sugerirles fusiones. Frédéric Oudéa, el jefe de la Societé Générale, un banco francés, argumentó en un artículo de Finantial Times que tener bancos europeos sólidos como la base de las inversiones europeas es un elemento de “soberanía económica”.

La verdad de las cosas es que los bancos de inversión norteamericanos son más eficientes. Una gran parte de ello es una ventaja local: la mitad de todos los ingresos de los bancos globales son generados en Norteamérica. El tamaño también es un factor en estos bancos: en el mercado de acciones las ganancias van para las grandes empresas. Los bancos de inversión europea tienden a ser más pequeños.

A su vez los bancos norteamericanos mantienen bajos costos, teniendo recortes de personal. Cerca de 70% del ingreso de los bancos europeos están acompañados de los costos de personal, aproximadamente 15% mas arriba que en Norteamérica.

Los bancos europeos también ven más probable conseguir capital, donde han sido comparadas deficientemente con sus rivales Norteamericanos. Fusionando dos grandes bancos o coludiendo sus inversiones en un mismo portafolio, podría ser la forma de bajar sus costos. El nuevo cuerpo regulatorio de la zona euro no se opone a: las fusiones trasfronterizas que podrían mostrar una integración de los mercados financieros europeos, pero las leyes postcrisis designadas para controlar su “demasiado grandes para caer” de los bancos, tratan de evitar que las grandes empresas que buscan grandes tasas de capital regresen al problema.

Al final, es un problema donde los bancos europeos han reclamado sobre el rumbo que toma la política regulatoria, sin embargo, si las operaciones del banco no están siendo más eficientes, son los bancos los que deberían de cambiar, no las regulaciones, puesto que deben entender que después de la crisis económica para bien o para mal sólo queda cambiar.

Datos cruciales: 

Gráfica 1: Promedio total del retorno de rentabilidad a los accionistas de bancos . Octubre 1, base 2010=100.
La gráfica muestra dos series, la primera de 5 bancos norteamericanos y la otra de 7 bancos europeos, ambos con el promedio de rentabilidad de estos bancos a los accionistas. En 2010 esta rentabilidad era más alta en los bancos norteamericanos misma que empareja su situación con la de los bancos europeos en el año 2011 ganando a partir del siguiente año una elevación más marcada del promedio de rentabilidad, mientras que la de los bancos europeos decrece en 2014 la de los bancos norteamericanos sigue decreciendo, finalmente se presenta una elevación en 2015 y una caída a finales de año.

Gráfica 2: Tarifas de inversiones globales de acciones bancarias (%).
La comparación entre las tarifas en Estados Unidos y Europa refleja la disparidad produce en ambas series efectos contrarios, mientras que la de Estados Unidos sube aproximadamente de 42% a 49.5% en 5 años en Europa lo hace de manera aproximada de 34.5% a 29%

Gráfica 3 Ingresos de los bancos de inversión.
Porcentaje del mercado accionario (abscisa), Crecimiento de la acción 2014-2015 %.
La gráfica muestra claramente el tamaño de mercado que mantienen los bancos norteamericanos respecto a los europeos con participaciones entre el 10 y el 17% mientras que los bancos de inversión europea reflejan una participación más baja con tasas entre 0.5% y 8%. Respecto al crecimiento de las acciones de algunos bancos, los norteamericanos mantuvieron un crecimiento de 2014 a 2015 de tasas entre 0% y 2.5%, mientras que los bancos europeos tuvieron decrementos entre el 0.1% y el 1.2% según la fuente Morgan Stanley.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La competencia entre las grandes empresas a nivel internacional después de la crisis, sobre todo en el sistema financiero, es uno de los temas con mayor importancia dentro de la reconfiguración de poder entre países, al momento de observar a los grandes bancos norteamericanos, como los agentes que pueden establecer las normas que requieren para favorecer su capital, la reacción inmediata (característica de la competencia) de los bancos europeos ha sido, ante todo, una pugna por evitar la excesiva regulación a la que estarían sometidos y que por ende les restaría competitividad ante sus rivales norteamericanos.

De allí que se busque ante todo, una buena política que permita la acumulación de capital de los bancos europeos desplazados por los norteamericanos y también se busque que lo ocurrido en 2008 no vuelva a pasar. Las repercusiones de esta competencia se ligan de inmediato al desarrollo de ambas naciones ante las inversiones productivas que estos bancos manejan, por lo que el equilibrio entre la regulación de los bancos europeos y la competitividad de los mismos sea el tema más importante que se deba tratar.