¿Por qué tanta desigualdad?

Cita: 

Varoufakis, Yanis [2016], “1. ¿Por qué tanta desigualdad?”, Economía sin corbata. Principios básicos para comprender el mundo de hoy, México, Crítica, pp. 9-26.

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
2016
Tema: 
Análisis crítico de los principios básicos de la teoría económica y su utilización para sustentar las relaciones de desigualdad entre países y sujetos.
Idea principal: 

Yanis Varoufakis es doctor en Economía por la Universidad de Essex. Fue ministro de Finanzas del gobierno griego de enero a julio de 2015.

El libro contiene una explicación crítica de los conceptos básicos de economía. Está dirigido principalmente al público juvenil.

¿Por qué los aborígenes australianos no invadieron Inglaterra?

El autor critica el panorama de desigualdad que se verifica a nivel mundial, tomando al colonialismo como punto de partida: ¿qué condiciones materiales dieron a los ingleses la posibilidad de invadir otros territorios e implantar una visión de mundo determinada? (p. 9-11).

A lo largo del capítulo, por medio de la definición de algunos conceptos económicos fundamentales el autor irá delineando una respuesta.

Una cosa son los mercados y otra cosa, la economía

En este apartado, se define al mercado como “la esfera del intercambio” de bienes y servicios, por lo tanto, tiene una trayectoria histórica más larga que la economía; ésta sólo aparece cuando, además de intercambiar, se ha empezado a producir. Es decir, si bien el intercambio comenzó desde que los hombres y mujeres cazaban y recolectaban frutos para su alimentación, la economía surgió cuando el trabajo humano se materializó en bienes que eran intercambiados unos por otros en el mercado (p. 11-12).

Dos grandes saltos: lenguaje y superávit

“El lenguaje y la posibilidad de producir comida, en lugar de gritar y comer lo que proporcionaba la naturaleza (caza y fruta), crearon lo que hoy llamamos economía” (p. 12). En efecto, trabajar la tierra para satisfacer las necesidades de alimentación, dada la insuficiencia de los bienes obtenidos mediante la caza y la recolección, permitió a los hombres crear un superávit, esto es, un excedente que puede se puede acumular para emplearlo en el futuro (p. 13).

Así, el excedente generado por la producción agrícola “generó los siguientes milagros de la sociedad: escritura, deuda, dinero, estados, ejércitos, clero, burocracia, tecnología” (p. 14) y la guerra bioquímica. A continuación se expone el razonamiento del autor.

Escritura

La escritura surgió para registrar los primeros superávits agrícolas. En Mesopotamia, cuna de la escritura, la escritura tenía como función dar a los productores de cereales “recibos” donde se registraba la cantidad de granos que habían sido colocados, para su resguardo, en el almacén común. Por el contrario, “las sociedades que no necesitaron desarrollar la agricultura […], se conformaron con la pintura y la música” (p. 14).

Deuda y dinero

Los “recibos” donde se anotaba la cantidad de productos son el punto de partida de la creación de la deuda y el dinero. Las conchas en que se anotaba la cantidad de cereal en respaldo, eran la garantía de pago (deuda) que los terratenientes daban a sus trabajadores y, al mismo tiempo eran el medio de pago que los trabajadores usaban para adquirir otros productos (p. 15).

El dinero metálico tenía la misma función: registrar la distribución del superávit agrícola. “El registro de derechos de propiedad sobre los cereales que se guardaban en los almacenes comunes se hacía en función de monedas metálicas virtuales”, es decir, se confiaba en que el valor de la cosecha entregada era igual a cierto número de monedas metálicas que se entregarían en el futuro. La confianza de que las unidades virtuales tenían valor de cambio requería una “institución colectiva que sobreviviera a la muerte del señor y en la que alguien pudiera confiar que le daría, a su tiempo, la parte del superávit que le pertenecía”, es decir, el Estado (p. 16).

Estado, burocracia y ejércitos

El Estado es la institución colectiva que respalda el valor del dinero. Sin embargo, su existencia sólo está garantizada por el superávit. Éste posibilitó la formación de la burocracia y el ejército al permitirles vivir sin tener que trabajar en el campo. Al mismo tiempo, sin ejército ni burocracia no se puede imponer el poder del Estado (p. 17).

Clero

La distribución, mayoritariamente desigual, del superávit entre las sociedades agrícolas encontró una justificación teológica que evitó, por largos periodos, confrontaciones entre quienes trabajaban menos, y se apropiaban gran parte del excedente, y quienes lo producían. “Sin esta ideología legitimadora y dominante, el poder del Estado y del soberano no habría tenido ningún futuro” (p. 18). Así, la disputa por el superávit era el motivo para que se crearan complejas figuras de la clase sacerdotal.

Tecnología

El excedente agrícola también determinó el desarrollo tecnológico al liberar a un grupo de las obligaciones de producir la tierra y concentrarse en nuevos inventos. Por otro lado, los aumentos en la producción requerían nuevas tecnologías (p. 19).

Guerra bioquímica

La utilización de los almacenes comunes, las poblaciones humanas cercanas y la cría de animales crearon un primer “laboratorio bioquímico dentro del cual las bacterias evolucionaron rápidamente, se multiplicaron, se transformaron y se convirtieron en monstruos” que infectaron a esas comunidades y, más tarde, se expandieron por el mundo. La revolución bacteriana atravesó fronteras con consecuencias fatales para los pueblos de Australia y Norteamérica que no tenían defensas contra estas bacterias y virus (p. 19-20).

Volvamos a la pregunta: ¿por qué los británicos colonizaron a los aborígenes y no al revés?

Para Varoufakis, la acción colonizadora de unos pueblos sobre otros se explica porque los primeros generaron un excedente que les dio condiciones materiales (Estados, ejércitos, tecnología) y biológicas, para imponer su dominio, mientras que los segundos no habían desarrollado la tecnología agrícola que permitiera que se acumulara un superávit (p. 20-22).

¿Y África?

La inexistencia de “imperios africanos” que se expandieran hacia Europa se explica, según Varoufakis, por su diversidad climática. “Las sociedades africanas que desarrollaron economías agrícolas no tenían la posibilidad de extenderse hacia Europa, puesto que era imposible que sus cultivos se aclimataran más al norte, hacia el ecuador o hacia el Sahara. En cambio, los pueblos de Eurasia, después de haber descubierto la agricultura, tenían la posibilidad de extenderse hacia el oeste o el este” (p. 23).

Entonces, ¿por qué tanta desigualdad?

En términos internacionales, la desigualdad puede explicarse por la acumulación del superávit agrícola y la facilidad o dificultad relativas de expansión geográfica de los cultivos, de manera que la acumulación del excedente y la creación de entidades expansionistas se alimentan mutuamente. Pero también existe desigualdad al interior de los países, entre los sujetos. Debido al poder político desigual que crea, la desigualdad tiende a ampliarse (p. 24).

La desigualdad como ideología retroalimentada

La desigualdad no puede sostenerse sino es gracias a un aparato ideológico que la legitime, a pesar de las enormes carencias de la mayoría. Este sistema de convicciones ayuda a la perpetuación del superávit y de su reparto desigual (p. 25).

Contenido del libro

Introducción
1. ¿Por qué tanta desigualdad?
2. Precio frente al valor
3. Deuda, beneficio, riqueza
4. Confianza, crisis, Estado
5. Maquinas embrujadas
6. ¿Virus idiotas?
7. Dinero
A modo de epílogo: la píldora roja

Cápitulos relevantes para el proyecto: 

A modo de epílogo: la píldora roja

Nexo con el tema que estudiamos: 

El libro es relevante porque se escribe desde los márgenes del sistema económico mundial. Aunque no se dice abiertamente, el texto está impregnado por la crisis griega y el autoritarismo económico al que se vio, y se sigue viendo, sometido el pueblo griego. El objetivo es demostrar que los conceptos económicos no son políticamente neutrales, sino que han permitido la implantación de medidas que garanticen y perpetúen la dominación de unos pocos sobre la mayoría.

Existen actores específicos que tienen como tarea ejecutar la visión de mundo que es pregonada por la teoría, uno de ellos, las empresas transnacionales. Así, éstas, son actores fundamentales para asegurar la dominación del capital sobre la vida humana.