Business in America. The problem with profits. Big firms in the United States have never had it so good. Time for more competition

Cita: 

The Economist [2016], "Business in America. The problem with profits. Big firms in the United States have never had it so good. Time for more competition", The Economist, London, 26 de marzo, http://www.economist.com/news/leaders/21695392-big-firms-united-states-h...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Marzo 26, 2016
Tema: 
Falta de competencia en la economía de Estados Unidos
Idea principal: 

El artículo establece un contraste entre la bonanza de las grandes empresas con sede en Estados Unidos y los procesos de concentración que vive la economía estadounidense.

En clave liberal, The Economist evalúa que lejos de la imagen de "templo de la libre empresa", la economía de Estados Unidos se caracteriza por una ausencia de competencia interna, muestra de ello son los siguientes indicadores:

* Los rendimientos de las inversiones obtenidos localmente son 40% mayores que los obtenidos en el extranjero.

* Las ganancias domésticas agregadas como proporción del PIB están alcanzado los máximos históricos.

* Se estima que actualmente una empresa de alta rentabilidad tiene 80% de probabilidades de seguir siéndolo 10 años después; en 1990 esa probabilidad era de 50%.

Por otra parte, la bonanza de las grandes empresas no fluye hacia el conjunto de la sociedad sino que queda en manos de los propietarios y la alta gerencia. Se estima que los "excesos de efectivo", descontando los presupuestos para inversión, son del orden de 8 mil millones de dólares anuales, 4% del PIB. Las facilidades del sistema impositivo estimulan a que esos recursos se coloquen en el extranjero. Sin entrar en detalles, el artículo afirma que las altas ganancias empeoran la desigualdad en la medida en que sean resultado de precios permanentemente altos y salarios deprimidos. Otro signo pernicioso de los altos beneficios es que no están dando lugar a la entrada de nuevas empresas en los mercados, por lo que abusan de posiciones monopólicas y recurren al lobby para "sofocar" la competencia.

Entre las vías de la competencia que podrían modificar esta situación, el artículo señala que el mecanismo típico de la "destrucción creativa" no está funcionando con la intensidad requerida en Estados Unidos. Esto es así porque los niveles de concentración son muy altos: de acuerdo con datos del censo de Estados Unidos, "dos tercios de las 900 y pico de industrias se han concentrado más desde 1997. 10% de la economía está a merced de un puñado de firmas —de la comida para perros a las baterías, pasando por las aerolíneas, telecomunicaciones y tarjetas de crédito. Una oleada de fusiones por un monto de 10 billones de dólares ha aumentado aún más los niveles de concentración. Las firmas estadounidenses involucradas en estos acuerdos han prometido bajar costos por 150 mil millones de dólares o más, lo que podría añadir 10% a las ganancias totales. Pocas planean transferir las ganancias a los consumidores".

La regulación estatal también estimula la concentración. Las mayores regulaciones implican mayores costos de operación y ello disuade a la mayoría de las empresas de entrar o permanecer en la competencia. El gasto en lobby ha crecido un tercio en la última década, alcanzando 3 mil millones de dólares.

El sistema empresarial actual se caracteriza por la incapacidad de las empresas pequeñas para desafiar a las empresas dominantes, mientras que las grandes empresas han sido disciplinadas por los inversionistas institucionales para que se enfoquen en una sola actividad y no ataquen a las empresas "flojas".

Finalmente, se proponen dos tipos de medidas para estimular la competencia.

El primero concierne la regulación: modernizar el aparato antimonopolio; supervisar las fusiones que conduzcan a mayor poder de mercado; relajar las normas de patentes y derechos de autor para evitar beneficios sobre viejos descubrimientos; vigilancia sobre futuros líderes de la red como Facebook y Google, y sobre los administradores de los fondos de inversión gigantes que tienen intereses cruzados en empresas rivales.

El segundo es dar facilidades a las empresas nacientes y a las empresas pequeñas en los dominios de la regulación, por ejemplo, las cargas del ObamaCare, las licencias de ocupación (occupational licensing), las nuevas reglas que limitan a los bancos y los han llevado a abandonar a los pequeños clientes.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El argumento liberal insiste en oponer la competencia al monopolio. La concentración puede ser combatida por las acciones estatales que estimulen la competencia, de suerte que "it would bring about a fairer kind of capitalism".

Lo interesante es constatar el altísimo nivel de concentración de la economía estadounidense, desmitificando su carácter liberal. Ello plantea un tema poco considerado desde las perspectivas críticas: la importancia de los mercados locales para las grandes empresas estadounidenses: no toda su fortaleza se debe al "saqueo imperialista", sino también a la explotación de los trabajadores en Estados Unidos.

El desempeño extremo de las grandes corporaciones hace que el tema de la "desconexión" cobre cada vez mayor importancia en el debate público: la bonanza de las grandes corporaciones es insostenible frente a la creciente catástrofe social del hegemón.