Europe v Google. Android attack. The European Commission is going after Google again—this time with a better chance of success

Cita: 

The Economist [2016], "Europe v Google. Android attack. The European Commission is going after Google again—this time with a better chance of success", The Economist, London, 23 de abril, http://www.economist.com/news/business/21697193-european-commission-goin...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 23, 2016
Tema: 
La demanda contra Google por imponer sus servicios y aplicaciones en el uso de Android.
Idea principal: 

En 2001 la Comisión Europea presentó una acción legal contra Microsoft por “extender ilegalmente su dominio en el sistema operativo hacia otros mercados adyacentes, por ejemplo, al ligar Windows con programas para música y video”. Recientemente, la Unión Europea exigió la aplicación de medidas antitrust contra Google por usar una estrategia para mantener y reforzar su dominio como motor de búsqueda en internet, al atar este servicio a Android, el sistema operativo que utiliza cerca del 80% de los dispositivos móviles.

En 2015, Google había sido acusado de afectar a los consumidores al usar predominio en la búsqueda por internet para mantener alejada a la competencia o por evitar que los usuarios visiten otras páginas de internet, debido al uso del contenido que hace Google. Por ejemplo, News Corp acusó a Google News de evitar que los usuarios visiten con frecuencia su sitio web.

El caso de Android es particularmente interesante. Por un lado, porque la industria de la tecnología se ha movido hacia los dispositivos móviles y las aplicaciones y, por el otro, porque en principio Android es un sistema abierto. En efecto, Android enfrenta la competencia del software de Apple, iOS; mantiene un código abierto, por lo que se puede modificar e instalar en cualquier dispositivo sin tener que pagar, y como el software de Apple no está disponible para otras marcas, Android predomina lo que hace viable tener instalado Google Play, la tienda de aplicaciones de Android.

El problema es que los agregados de Google no son de código abierto y tienen estrictos términos y condiciones de uso. Por ejemplo, instalar Google Play implica definir el buscador de Google como el servicio de búsqueda por default o si se instala alguna aplicación de Google en un dispositivo, se tiene que poner una versión estándar de Android en los otros.

Para Google, atar sus servicios asegura más publicidad y recolectar más información de los usuarios, además, argumenta que así evita que Android sea fragmentado en versiones incompatibles. El argumento de la Comisión Europea es que las condiciones de uso limitan la innovación y afectan a los competidores, pues quita a los fabricantes la libertad de decidir qué aplicaciones deben ser pre-instaladas.

Las restricciones en China para instalar Google Play muestran que Android puede seguir funcionando sin ser fragmentado. Sin embargo, la decisión puede tardar en llegar y el paso de la tecnología sigue acelerando.

Datos cruciales: 

Gráfica. Sistemas operativos de teléfonos inteligentes. Porcentaje de la cuota de mercado.

La gráfica muestra la participación de los sistemas operativos en el mercado de teléfonos inteligentes. Desde 2009 hay una tendencia predominante de Android sobre los otros sistemas operativos (iOS, BlackBerry, Symbian y otros), hasta alcanzar el 80% en 2015.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El texto es relevante porque señala el predominio de Android, el sistema operativo del 80% de los dispositivos móviles, instrumento fundamental de las comunicaciones comerciales y personales actualmente. Su utilización aparentemente libre está ligada a la instalación de otros servicios ofrecidos por Google, no sólo consolida su predominio como buscador, sino que le da acceso a la información completa de los usuarios, y sus actividades cotidianas, de sus relaciones personales, de sus cuentas de banco, etcétera.

La facilitación de las tareas cotidianas es una ventaja comúnmente aceptada por los consumidores para utilizar las aplicaciones y servicios "atados" de Google, o de otras empresas. Sin embargo, los usuarios ceden su información a la empresa que, eventualmente, puede ofrecerla a otras empresas o a gobiernos. Habría que preguntarse si la venta de información recolectada a través de las aplicaciones no se ha vuelto ya un nuevo nicho de mercado.