Heike Moldenhauer es jefa de Ingeniería Genética de Bund für Umwelt und Naturschutz Deutschland (BUND), una organización no gubernamental dedicada a la preservación de la naturaleza y el cuidado del medio ambiente.

Las autoridades antimonopolio de Estados Unidos y la Unión Europea no han dado un dictamen final respecto las intenciones de Bayer y Monsanto de unir sus capitales. La autora asegura que de autorizarse se permitiría la consolidación de tres grandes conglomerados que incrementarían su poder de mercado resultando una menor competencia (Dato Crucial 1). Lo cual se traduce en pocas corporaciones con poder para imponer productos, precios, calidades, amenazando la diversidad de los campos y los agricultores, además de bloquear las innovaciones tecnológicas.

Lo que más inquieta a Moldenhauer es que el control de las semillas es “el sector clave por excelencia de la producción agrícola y la seguridad alimentaria” lo cual significa un “control de un mercado más importante que ningún otro”, es decir, “quien tiene la semilla, tiene el poder”. Control sobre la agricultura, la producción de alimentos, medios de subsistencia y la soberanía alimentaria de pueblos y países enteros.

Actualmente se comercializa con el 20% de las semillas utilizadas en el mundo, principalmente de los mercados agrícolas saturados en América y Europa; el 80% restante proviene de la conservación de semillas de agricultores en Asia y África, lo cual representa un nicho de oportunidad de crecimiento y expansión para los grandes conglomerados.

Otra característica común de estas grandes empresas es que se encuentran en la vanguardia tecnológica transitando hacia una agricultura digital. Adquiriendo empresas de big data y con tecnología de precisión accediendo a información climática, condiciones meteorológicas, suelos y plagas. Haciéndose de técnicas cada vez más sofisticadas para productos altamente productivos (con menos competidores en el mercado), expulsando del mercado a cada vez más agricultores pequeños y medianos.

Finalmente también se evidencia la falta de reglamentación de fusiones y adquisiciones al no existir una “coordinación en política de defensa de la competencia, ni […] instrumentos para limitar el poder de las grandes corporaciones”. La autora sugiere estudiar los efectos que ocasionan las fusiones no solo para los distintos continentes, países y las divisiones de negocios sino también en su conjunto.