Big Bad Fix. The case against climate geoengineering
Fuhr, Lili et. al. [2017], Big Bad Fix. The case against climate geoengineering, Biofuelwatch, Heinrich Böll Foundation y ETC Group, 76 pp., http://etcgroup.org/sites/www.etcgroup.org/files/files/big_bad_fix_2017_...
El Grupo ETC se dedica a la conservación y promoción de la diversidad cultural y ecológica y los derechos humanos. Con este objetivo, ETC promueve el desarrollo de tecnologías socialmente responsables que sirvan a los pobres y marginados. También trabaja en cuestiones de gobernanza internacional y monitoreo del poder corporativo.
Biofuelwatch es una organización medioambiental con sede en Reino Unido y Estados Unidos que trabaja para concientizar sobre los impactos negativos de los biocombustibles industriales y la bioenergía, sobre la biodiversidad, los derechos humanos, la soberanía alimentaria y el cambio climático, los abusos contra los derechos humanos, el empobrecimiento y despojo de las poblaciones locales, la degradación del agua y del suelo, la pérdida de la soberanía alimentaria y la pérdida de la seguridad alimentaria.
La Fundación Heinrich Böll (o Heinrich Böll Stiftung, HBS por su sigla en alemán) es una agencia que promueve los proyectos de los verdes, un "think tank" de políticas públicas y una red internacional. Los temas centrales de la fundación son la ecología y la sustentabilidad, la democracia, los derechos humanos, la auto-determinación y la justicia.
El informe argumenta que ante la negligencia de los principales países emisores de gases de efecto invernadero (GEI) –Estados Unidos, Reino Unido y China– por enfrentar la raíz del problema del cambio climático y cambiar sus economías basadas en energía fósil, los proyectos de trabajo e investigación de geoingeniería ganan fuerza política como “solución tecnológica” que busca contrarrestar únicamente los síntomas del problema.
El trabajo titulado El gran fraude climático hace un balance de la geoingeniería analizando su contexto, los riesgos, sus actores, intereses y políticas en curso.
Prefacio*
La geoingeniería definida como la manipulación humana intencional del clima o de los sistemas naturales de la Tierra a gran escala, está siendo presentada como la única estrategia viable para contrarrestar, diluir y retrasar el cambio climático sin modificar la economía petrolera y el nivel de extracción de recursos actual. Se advierte que debido a su escala en dimensiones globales la geoigeniería en lugar de mitigar podría empeorar los impactos del calentamiento global, por ende las tecnologías de geoingeniería representan una seria amenaza tanto a las personas como a los ecosistemas. En ese sentido, la geoingeniería es una opción inaceptable (p. 4).
Se enfatiza que evadir los esfuerzos de encarar las causas de raíz del cambio climático y enfocarse en tecnologías de geoingeniería es una decisión política y no una cuestión de destino. Finalmente se propone una prohibición urgente e inmediata al desarrollo y la experimentación al aire libre de la geoingeniería climática, que sea vigilada por un mecanismo de gobernanza global multilateral. Se requiere un debate incluyente, transparente, consciente e informado. Se requiere un movimiento articulado con las comunidades y organizaciones civiles que sea capaz de oponerse al gran fraude de la geoingenieria.
* Barbara UnmünBig (Heinrich Böll Fundation), Pat Mooney (ETC Group) y Rachel Smolker (Biofuelwatch).
Capítulo 1: El nuevo clima de los emperadores
Un nuevo imperio ambiental
Actualmente la geoingeniería es presentada como un ajuste tecnológico riesgoso pero potencialmente necesario e inevitable para combatir el cambio climático. Este reporte detalla las consideraciones sobre las tecnologías de geoingenieria, describe sus actores y las discusiones en torno a su aplicación junto con las propuestas de su gobernanza. Contribuye con la exposición de varios estudios de caso que evidencian los impactos y el grado de desarrollo de las diversas técnicas de geoingeniera.
Los ajustes tecnológicos del Imperio
El supuesto sobre el cual se sostiene el discurso pro-geoingeniería señala que el planeta atraviesa por adversidades caóticas y devastadoras del cambio climático en curso. La única salida viable es invertir en el desarrollo de tecnologías capaces de reducir el daño o al menos postergar sus impactos.
¿El emperador tiene ropa?
Desde inicios de los años noventa, varias naciones han invertido en experimentos, tanto nacionales como intergubernamentales, de fertilización oceánica -una forma de remover el dióxido de carbono– y en técnicas de gestión de radiación solar -para bloquear o reflejar los rayos solares– (Dato Crucial 1).
Se señala que desde 2008 la mayoría de los países miembros de la OCDE han estado estudiando las potencialidades y los riesgos de las tecnologías de geoingenieria, además de que se han adoptado normas multilaterales moratorias o de prohibición para estas técnicas (Dato Crucial 2).
El informe asevera que después del Acuerdo de París en 2015 el tema de la geoingeniería en las negociaciones geopolíticas del combate frente al cambio climático han tomado mayor importancia (Dato Crucial 3).
La arrogancia empírica en la historia
La idea de modificar intencionalmente el ambiente natural para propósitos hostiles no es nueva, se remonta de Leonardo da Vinci (Dato Crucial 4) hasta el desarrollo moderno de la bomba atómica en Estados Unidos. Después de la segunda guerra mundial, la detonación de bombas nucleares fue una forma indirecta de modificar los sistemas naturales de la Tierra (Dato Crucial 5). Por esos años se incrementaron los experimentos con aviones que intencionalmente pretendían alimentar las nubes para provocar lluvias (Dato Crucial 6 y 7). En ninguno de los casos empíricos existe la evidencia de su efectividad. Fue hasta los años setenta del siglo XX que los informes junto con las presiones políticas lograron prohibir técnicas de modificación ambiental con fines bélicos u otros usos hostiles (Dato Crucial 8). Sin embargo, no existe reglamentación, ni normatividad alguna para lo que se ha señalado como “usos pacíficos” de la modificación climática (casos como los de India, Filipinas y Vietnam).
El informe resalta que no se puede subestimar los intereses militares en la manipulación climática (geoingeniería) ya que ninguna nación puede ceder el control del clima global a otras naciones (p. 7).
¿Un clima a voluntad?
Incluso los científicos partidarios de la geoingeniería advierten de los grandes peligros de que los gobiernos desarrollen libremente las técnicas cuando todavía hay muchas variables desconocidas. Sin embargo se menciona que un grupo pequeño pero importante de científicos están impulsando el proyecto de geoingenierar el planeta. Científicos en su mayoría occidentales (europeos y estadounidenses) que se pintan de verdes y de estar buscando el beneficio del planeta sostienen la necesidad de la geoingeniería ante la incapacidad de los gobiernos por reducir sus GEI. Estos proyectos pro-geoingeniería buscan el apoyo de financiamientos por parte de capitalistas filántropos como Bill Gates (Dato Crucial 9).
El informe advierte sobre las posibilidades de que en los próximos años el financiamiento para la realización de experimentos de geoingeniería podría incrementarse. El Acuerdo de París firmado en 2015 únicamente ha servido para brindar tiempo y proteger el status quo de la industria petrolera junto con sus billonarias riquezas en reservas aún por explotar. Sin embargo para 2020 (o menos) la situación climática será más alarmante y en ese contexto aumentará la presión para hacer de la geoingenieria la única solución. Incluso será la propia industria petrolera la que presionará por la gestión de radiación solar y por tecnologías de emisiones negativas (bioenergía, la captura de carbono y su almacenamiento). Los departamentos de defensa también estarán en alerta ante posibles acciones defensivas (u ofensivas), los capitalistas filantrópicos contribuirán con sus inversiones y se sumarán numerosos científicos y académicos apoyando la “única” propuesta viable.
El tiempo se agota, estamos al borde de un colapso social por la inmensa desigualdad de poder y riqueza en el mundo. Además naciones como Estados Unidos, China o Rusia no dudarán en ejecutar técnicas de manipulación climática si llegan a presenciar algunas adversidades, lo cual, según los autores podría fomentar la creación de coaliciones entre los Emperadores que están dispuestos a manipular el clima.
La nueva manguera del Emperador
En primera instancia es vital conocer más sobre nuestros sistemas planetarios en función de sobrevivir al cambio climático. Constantemente nuevos descubrimientos están cambiado los pronósticos previstos de los impactos que podrían tener las tecnologías de geoingeniería (Dato Crucial 10 y 11). Se advierte que en la era posterior al Acuerdo de París, la noción de la geoingeniería está siendo normalizada sin un debate profundo. Técnicas con impactos globales ameritan discusiones globales y eso es más importante en el contexto de cambio climático.
En la última parte los autores guardan la esperanza, señalan que a pesar del limitado tiempo disponible la historia ha sido testigo de grandes cambios sociales en breves periodos de tiempo (como los famosos jardines de la victoria** durante la segunda guerra mundial o los recientes movimientos sociales de libertad de género, entre otros). También se ha demostrado que quienes de manera milenaria han podido adaptar las prácticas de producción agrícola son los granjeros y pequeños campesinos. Si se les respalda junto con políticas sustentables podrán hacer frente a los retos del cambio climático. Los sistemas de cultivo locales y ecosistemas deben ser protegidos y apoyados.
En lo que va del presente siglo, los costos y la eficiencia de vías alternativas de energía (como la solar y la eólica) han mejorado sorprendentemente. No existen razón tecnológica alguna que dude sobre las capacidades de las fuentes de energía alternativa para cubrir nuestras necesidades, sustituyendo las fuentes fósiles en las próximas décadas. La más grande barrera es la industria fósil. Necesitamos fortalecer la resistencia de las sociedades que están dispuestas a generar la transición energética tan rápido como sea posible. No hay necesidad de rendirse a los emperadores.
**Jardín de la victoria: Los Jardines de la victoria, también llamados jardines de la guerra o jardines de alimentos para la defensa, fueron jardines de vegetales, frutas y hierbas plantados en residencias privadas en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido durante la primera y la segunda guerra mundial para reducir la presión que ejercía el esfuerzo de la guerra en el suministro de comida para la población (https://es.wikipedia.org/wiki/Jard%C3%ADn_de_la_victoria).
1. Desde inicios de los años noventa, varias naciones –Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Canadá, México, India, Sudáfrica– han invertido en experimentos, nacionales o intergubernamentales, de exploración en la fertilización oceánica (una forma de remover el dióxido de carbono). Otros países –China, Rusia y Corea– están examinando formas técnicas de gestión de radiación solar (para bloquear o reflejar los rayos solares).
2. Desde 1992 la geoingeniería se encuentra bajo una moratoria de facto en el Convenio sobre diversidad biólogica de la ONU.
3. En 2018 se espera un reporte especial de la Convención marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático (CMNUCC); por su parte, el Panel intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC) está desarrollando un estudio extensivo sobre la geoingeniería para su próximo reporte en 2021 (Assessment Report, AR6).
4. En el siglo XVI Leonardo da Vinci junto con Niccoló Machiavelli intentó desviar el flujo del río Arno para perjudicar a su rival Pisa y proporcionarle a Florencia una vía marítima para llegar al Mar Mediterráneo.
5. Entre los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo XX se realizaron cientos de pruebas atmosféricas nucleares.
6. A mediados de los años sesenta del siglo XX una fuerte sequía en el estado de Bihar, India fue el pretexto para permitir que las fuerzas aéreas de Estados Unidos volaran sobre Bihar para sembrar nubes [cloud-seeding] pretendiendo terminar con la sequía. No existe evidencia del funcionamiento de la técnica pero tampoco de que no haya funcionado.
7. Durante la guerra de Vietnam, Estados Unidos utilizó la modificación climática como arma clandestina con el propósito de volver infranqueable la ruta Ho Chi Minh.
8. En 1978 tomó forma la “Convención sobre la prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental con fines militares u otros fines hostiles” (ENMOD), en el marco de la guerra fría.
9. Bill Gates junto con otros capitalista filántropos han contribuido al nuevo Programa de Investigación en Geoingeniería Solar de Harvard con 7 millones de dólares.
10. A mediados de 2017 se descubrió que la red de volcanes más larga del mundo no está en África del Este sino en la Antártida Occidental: más de 19 volcanes fueron descubiertos debajo de cuatro kilómetros de hielo. El deshielo podría cambiar la presión en los volcanes e incluso provocar fuertes erupciones que de coincidir con la emisión deliberada de sulfatos en la atmósfera para “gestionar” la radiación solar, podríamos estar al borde de una era glacial más que de un calentamiento global.
11. Un descubrimiento reciente sobre un río por debajo del Océano Pacífico podría influir significativamente en la fertilización oceánica.
El capitalismo se caracteriza por la construcción de soluciones tecnológicas a sus contradicciones. Frente a la crisis ecológica y los escenarios de extinción, se responde con fugas hacia adelante: generar ganancias a partir de la supuesta remediación ambiental.
Este informe aporta a un conocimiento estratégico: desmitificar la "eficiencia" letal de las tecnologías capitalistas que mediante la alteración del ambiente pretenden contener la crisis climática.
En esa perspectiva, las fuerzas antagonistas parecen desfasadas pues además de las denuncias y la crítica, poco se hace para generar alternativas a la destrucción del ambiente. En ese sentido, las propuestas mencionadas en el informe son un punto de partida para reflexionar sobre esos temas.
Otras publicaciones sobre geoingeniería y Grupo ETC en el LET:
The fix is in: (Geo)engineering our way out of the climate crisis?
Geoingeniería: cambio climático y espejismos