The future. Technological progress in China could still lead to fireworks. Is a showdown likely with America?

Cita: 

The Economist [2020], "The future. Technological progress in China could still lead to fireworks. Is a showdown likely with America?", The Economist, London, 4 de enero, https://www.economist.com/technology-quarterly/2020/01/02/technological-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Enero 4, 2020
Tema: 
El auge tecnológico de China inquieta a occidente
Idea principal: 

En occidente existe preocupación debido al acelerado auge tecnológico de China. En particular, Estados Unidos teme que las capacidades tecnológicas del gigante asiático erosionen su papel de hegemón mundial. Para The Economist, atrás de las preocupaciones está el temor de que el modelo de desarrollo tecnológico chino, orientado activamente por un Estado autoritario, pudiera ser más efectivo y ventajoso frente al modelo norteamericano, conducido por el mercado.

Por un lado, China ha demostrado que la dirección estatal puede acelerar la apropiación, difusión, desarrollo e implementación de tecnología a gran escala. Por otro lado, la conducción estatal puede degenerar en corrupción, políticas equivocadas o recursos mal asignados, volviéndose contraproducente. Sin embargo, no debemos olvidar que el Estado también puede encaminar la producción y desarrollo tecnológico para resolver problemas que el mercado, por sí mismo, no está enfrentando. Así, por ejemplo, como solución al problema de la contaminación del aire, la articulación entre políticas gubernamentales y tecnología corporativa está en el centro de la transición hacia los autos eléctricos en China. The Economist, recuerda que Estados Unidos también tiene una larga tradición en generar desarrollo tecnológico conducido por el Estado; Internet es un ejemplo de ello.

The Economist desestima la posibilidad de que el mundo se divida en dos campos tecnológicos rivales, uno controlado por China y el otro por Estados Unidos por dos razones. La primera, que la tecnología China está muy vinculada con la tecnología del resto de las economías avanzadas y con lo que las sustenta: la investigación e innovación (cosas que, por cierto, no son susceptibles de ser capturadas de la forma en que China controla sus mercados y ha capturado las cadenas de suministros, pues nadie sabe dónde surgirá la próxima idea que cambiará el mundo). En ese sentido, en lugar de obligar a sus investigadores a alcanzar determinados objetivos políticos, sería más efectivo si China, según The Economist, les otorgara más independencia y autonomía a sus investigadores, ya que podría habilitarlos para dedicarse a inventar e innovar, en lugar de perseguir metas impuestas.

Segundo, el modelo Chino no puede acelerar el desarrollo en tecnologías complejas y costosas, como la fabricación de semiconductores, vitales para crecimiento económico en el futuro. Aun en el supuesto que China llegara a desarrollar una costosa fábrica de chips, aun tendría que colaborar con proveedores de alta tecnología que ya están comprometidos con los actuales líderes de ese mercado. Por ese motivo, Taiwán, el centro más importante de fabricación de circuitos integrados, ha ganado importancia estratégica en la disputa entre China y Estados Unidos. Por lo pronto, Taiwán ya ha empezado a recibir presión de Estados Unidos para restringir su exportación de chips a China. Si la tensión entre China y Estados Unidos aumenta, podrían alterarse de forma peligrosa los delicados equilibrios en la región.

Aunque es difícil para Estados Unidos aceptar una China poderosa y con acceso a tecnología avanzada, las acciones para enfrentar esta amenaza para su hegemonía tendrán que ser cuidadosamente calculadas para evitar daños colaterales.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La menguante hegemonía de Estados Unidos está siendo desafiada con cierto éxito por China en un sector determinante como el científico-tecnológico. El enfrentamiento en este sector ha comenzado a reavivar viejas tensiones en espacios estratégicos de Asia. Mientras que, por otro lado, el desarrollo de alta tecnología por parte de China se traduce también en un incremento de su capacidad militar. Es conveniente prestar atención a la evolución de esta disputa que podría tener funestas consecuencias.