Robots Welcome to Take Over, as Pandemic Accelerates Automation
Corkery, Michael y David Gelles [2020], "Robots Welcome to Take Over, as Pandemic Accelerates Automation", The New York Times, New York, 10 de abril, https://www.nytimes.com/2020/04/10/business/coronavirus-workplace-automa...
Sobre los autores
Michael Corkery es reportero en The New York Times desde 2014 en temas financieros y su impacto en los consumidores, los negocios y el medio ambiente. Tiene un título en historia por la Brown University. Antes escribió para The Wall Street Journal.
David Gelles escribe la columna Corner Office en The New York Times en la sección de negocios de la edición del domingo del diario. Tiene estudios en la Universidad de Boston y estudió un posgrado en periodismo en la Universidad de California-Berkeley. Fue reportero en el Financial Times en Nueva York y San Francisco. Es autor de Mindful Work: How Meditation Is Changing Business From the Inside Out publicado en 2015.
A raíz de la actual pandemia de coronavirus, un creciente número de industrias están recurriendo a la automatización de sus procesos de trabajo como una medida para disminuir el riesgo de contagio de sus empleados, y de paso reducir costos y maximizar sus ganancias. Las directivas de distanciamiento social que se están implementado por todo el mundo, y que podrían continuar por algún tiempo después de que la pandemia sea controlada, han acelerado el uso de la automatización al tiempo ha disipado la preocupación de que este proceso genere la pérdida de empleos.
Durante el último mes se ha visto cómo muchas ciudades han suspendido el servicio de reciclaje por miedo a que los trabajadores contraigan el virus al manipular botellas de agua usadas y otros desechos. Esta situación se está intentando remediar con el uso de robots que hacen el trabajo de separar los desechos con la ayuda de inteligencia artificial. AMP Robotics, la empresa que los fabrica, ha visto un significativo aumento de la demanda de sus productos desde que comenzó la crisis de salud.
Otras industrias como la de los supermercados están utilizando la automatización para liberar a sus empleados del aumento de la demanda que generó la crisis. En ese sentido, Brain Corp, una empresa que hace software para máquinas pulidoras de piso automáticas declaró que los supermercados están utilizando sus productos 13% más que hace un par de meses, haciendo 8 mil horas de trabajo diarias que de otra forma serían realizadas por empleados. En supermercados como Giant Eagle, los robots también han reemplazado a los empleados en tareas de inventario, lo que ha permitido que los trabajadores se concentren en las tareas de sanitización, desinfección y servicio a domicilio.
Si bien, los supermercados han declarado que los robots están optimizando el trabajo de sus empleados en vez de reemplazarlos, es de esperarse que en la medida en que la demanda ocasionado por las compras de pánico disminuya y las ventas bajen producto de la recesión que se espera acontezca, la necesidad de estos empleados en estos negocios desaparezca.
De la misma forma, el oficio de cajero, en los supermercados y otros negocios, es otro de los que están cambiando. A causa de la crisis muchas tiendas están adoptando formas de cobro sin contacto. También se ha alentado el uso de formas de pago a través de teléfonos móviles, como los servicios que ofrecen PayPal o Venmo. Los bancos a su vez han reducido su regulaciones para este tipo de pagos. Las tiendas completamente automatizadas como las de Amazon Go están sirviendo de modelo para muchos de estos negocios.
Además, al verse obligados a cerrar sus oficinas, PayPal ha recurrido robots conversacionales para atender las consultas de sus clientes, así como a un servicio de traducción automatizado para que sus representantes telefónicos no anglo-parlantes puedan asistir a sus clientes anglo-parlantes.
En la situación actual, las implicaciones sociales de profundizar el proceso de automatización, es decir, la expulsión de una gran cantidad de fuerza de trabajo, solo podría intensificar peligrosamente la actual crisis civilizatoria. Es de esperarse que las posible intensificación de este proceso, habilitada por la convergencia de muchos desarrollos tecnológicos y la inteligencia artificial, generará más costos que beneficios, tanto a nivel social como económico. Sin embargo, la oportunidad de reducir costos y maximizar sus ganancias en el corto plazo es irresistible para los dueños del capital que de esta forma podrían estar empujando al sistema más cerca de su eventual colapso y la posibilidad de su bifurcación.