No safety net. Covid-19's blow to world trade is a heavy one

Cita: 

The Economist [2020], "No safety net. Covid-19's blow to world trade is a heavy one"The Economist, London, 16 de mayo https://www.economist.com/briefing/2020/05/14/covid-19s-blow-to-world-tr...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Mayo 16, 2020
Tema: 
Consecuencias de la pandemia de Covid-19 en el comercio internacional y en el proceso de globalización
Idea principal: 

La década de 2010 no consiguió restablecer el crecimiento de las dos decenios pasados, cuando las finanzas era más domésticas, China era más rico, su mercado se desarrollaba, y el transporte no era tan barato. The Economist señala que a nivel global ni el intercambio, ni la inversión extrajera directa, ni las reservas de los bancos mundiales han alcanzado el punto máximo que tenían en la década de 2000.

La llegada al poder de Donald Trump significó un temor por el proteccionismo, mismo que se hizo presente con la guerra comercial contra China en 2018, al aplicar tarifas justificadas por motivos de seguridad nacional. Por otro lado, la firma del primer paso del acuerdo sino-estadounidense el 15 de enero, parecía un buen augurio, a pesar de que fijó tarifas seis veces mayores a las anteriores a la guerra comercial. Sin embargo, la pandemia ha evitado que se cumpla el requerimiento de aumento de las importaciones estadounidenses por el Pacífico a China.

The Economist comenta que la caída del comercio internacional no se debe al aumento de las barreras para el comercio, sino a la baja demanda. La Conferencia de Naciones Unidas sobre el comercio y el desarrollo prevé una caída en las inversiones directas de entre 30 y 40%, mientras Banco mundial espera que las remesas se reduzcan 20%, y la Organización mundial del comercio (WTO, por sus siglas en inglés) reconoce que el comercio podría caer a un máximo de un tercio. Además, el texto señala que uno de los aspectos de la globalización que se han fortalecido como es el traslado, se ha detenido, por las cuarentenas y el deseo de permanecer en casa.

De acuerdo con un pronóstico de la WTO, en el que se tomó en cuenta los altos costos de envíos de mercancías, el tiempo extra en su tránsito por controles fronterizos más estrictos y las restricciones de viaje, han complicado la entrega de mercancías y servicios. Por ello, la WTO piensa que el aumento de los costos será equivalente a 3.4% de las tarifas, contemplando que en 2018 el promedio de estas era de 8%.

Además, los temores sobre el apoyo de países extranjeros a compañías nacionales han aumentado. En Europa, la Comisión europea ha pedido a sus miembros estar atentos; los gobiernos alemán, español e italiano han endurecido sus procedimientos para la inversión extranjera; también India ha puesto restricciones, y en Australia las inversiones tienen que ser revisadas por el Foreign Investment Review, mientras China ve esto como discriminación. Ante lo que Kevin O´Rourke, de la New York University Abu Dabhi, ha encontrado una similitud con el periodo después de la segunda guerra mundial, ya que no son los intereses corporativos los que impulsan este fenómeno, ni por imponer controles al capital, sino por la seguridad de los votantes.

Suplementos Médicos

Según The Economist, la dependencia hacia un país es una medida insensata. En 2018, China proveía del 42% de exportaciones de equipo médico de protección en el mundo, Italia importaba tres cuartas partes de sus anticoagulantes de China, y Japón importaba 60% de los ingredientes para antibióticos de China. Por ello, aunque los países pobres tienen poco margen más que acumular reservas, los países ricos han pensado en cambiar el orden de las cosas. El 27 de abril de 2020, Bernd Lange, director del Comité sobre comercio internacional del Parlamento europeo sugirió establecer requerimientos para diversificar las fuentes de productos intermedios de las compañías de diferentes países, o incluso acordar con las compañías modificar su ensamblaje en tiempos de crisis.

Mientras en Estados Unidos, el consejero de negocios de Trump, Peter Navarro, está listo para enunciar reglas para que los proveedores de salud compren los equipos hechos en el país. Al tiempo que buscan convencer a Intel y a Taiwan Semiconductor Manufacturing Company para que construyan fábricas dentro del territorio. Mientras, una encuesta a los miembros Global Business Alliance, muestra que 77% de empresas con inversiones en Estados Unidos espera un mayor proteccionismo en términos de fusiones transfronterizas, adquisiciones y comercio debido a la pandemia de Covid-19.

El texto señala que un cambio en las cadenas de suministros va acelerar las tendencias al regionalismo, sobre todo cuando el ensamblaje abarca varios países, lo que reducirá el papel central chino. Estados Unidos lo ha hecho en distintas industrias, al incrementar sus importaciones de Norteamérica sobre las provenientes de China (Dato crucial 1). Además, The Economist señala que esto está fortaleciendo la integración regional, y pone como ejemplo la industria automotriz, la cual cuenta con 59% de su comercio de manera intraregional.

Se menciona una estrategia fruto de la coyuntura, la cual es que las compañías han decidido una globalización con menos características chinas, y se señala una encuesta de octubre de 2019 en la que 40% de multinacionales estadounidenses han contemplado diversificar la fuente de sus manufactura fuera de China. Mientras que en una más actual, 24% mantiene esta idea. No obstante, otras compañías piensan mantener su estrategia de suministros chinos, por su mercado, pero también, impulsar otras fuentes de suministro por si algo sale mal.

Por otro lado Google y Microsoft han intentado esta estrategia al querer producir en Vietnam, Jack Parker, del Concejo de negocios China-Estados Unidos, añade que reconfigurar una cadena de suministros para obtener los precios que tenían en China tomará más de 5 años, tomando en cuenta que los precios van a aumentar. A largo plazo, algunas compañías con la capacidad monetaria abrirán otros sucursales; Mike Jette de la consultora GEP, muestra que manufactureros en electrónica piensan dejar de 30 a 40% de su cadena en países donde estén sus clientes, dejando la mitad en China. Lo que según el texto, da una ventaja a la industria de electrónica en Asia sobre las compañías de cualquier otra parte, debido a sus lazos históricos y geográficos.

El auge de los robots

El texto señala el caso de México, donde a raíz de la pandemia, las acciones del presidente han creado incertidumbre en la industria automotriz para que el país siga siendo suministrador; ante ello, The Economist añade que esto puede imponerse ante las ventajas de acuerdos comerciales, de tecnología compleja o costos de fuerza de trabajo competitiva. Algo que puede beneficiar a Marruecos, Colombia, Costa Rica y Túnez al generar acuerdos con Washington o Unión Europea, como lo hacen Malasia y Vietnam con Japón. El texto sugiere no limitarse a China, y en cuanto a los servicios digitales, se menciona que es algo que la pandemia está facilitando; Bernard Hoekman, de la European University Institute advierte dos cosas: que las compañías deberían automatizarse más que trasladar su producción; y que quienes esperan la reapertura ofrezcan trabajo, será para los ingenieros, no para la mano de obra no calificada.

The Economist menciona que tanto los detractores como los promotores de la globalización van a seguir su camino, y que los sectores médicos y farmacéuticos van a ser presionados para localizarse en los países más poderosos, mientras que las compañías chinas van a tener mayor dificultad para tomar ventaja del mercado, debido a que las adquisiciones internacionales serán sospechosas y a que las medidas estadounidenses harán más complicado el comercio internacional. No obstante, una vez que las compañías vuelvan a invertir y encontrar la manera de crecer, los gobiernos encontrarán la manera de colocar obstáculos que favorezcan a los proveedores de su preferencia. Ante esto, Kevin O'Rourke, aconseja a los hombres de negocios tener calma, con base en su conocimiento de la historia sobre la moderación.

El regreso a la normalidad puede ser impedido si los gobiernos ven en el público un deseo por la seguridad por lo que ha ocurrido; por su lado, Emmanuel Macron, señaló al Financial Times en una discusión sobre las lecciones que ha dejado el virus, que este tipo de globalización ha terminado su ciclo. De ser así, es mejor comenzar un nuevo mundo balanceado, menos centrado en un exportador dominante, que abandonar la globalización por completo. 

Datos cruciales: 

1. Gráfica 1. Muestra el porcentaje de los cambios en las cadenas de las importaciones en Estados Unidos, entre julio y diciembre de 2017 y las mismas fechas del 2019. Contemplando a China, al Este y Sur de Asia y América del Norte, en los campos de químicos, metales, transportes, partes de autos, maquinaria, vehículos, electrónica, textiles, juguetes, etc. En esta se hace evidente la tendencia a la baja sobre las importaciones desde China, la cual es superada por amplios porcentajes, mientras que la mayor parte de los porcentajes se concentran en América del Norte, seguido por las provenientes de Asia.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Aunque la hipótesis con mayor sustento es la del debilitamiento de Estados Unidos como resultado del proteccionismo impulsado por Trump, en el corto plazo se observan algunos posicionamientos de carácter defensivo por parte de corporaciones, relocalizando y diversificando su producción a fin de reducir la importancia del mercado chino ¿Hasta dónde llegará esta adaptación antes de dislocar la globalización capitalista? La variable que apenas cobra vigor es la respuesta de China aplicando represalias contra Estados Unidos y ofreciendo ventajas a otros países.