La sanción impuesta a Apple se basa en que su acuerdo con el gobierno de Irlanda violó las reglas comunitarias que impiden que un gobierno otorgue "trato preferente" a ciertas empresas. En concreto, dos filiales de Apple en Irlanda realizaron operaciones dudosas con ganancias que fueron trasladadas a una empresa fantasma, con lo cual redujeron su pago de impuestos por debajo del 1%.

Las negociaciones internacionales acerca de la doble tributación y la tributación transfronteriza parecen avanzar. En la OCDE se ha formulado el proyecto Base Erosion and Profit Shifting pero su aplicación ha sido limitada. Las autoridades de Estados Unidos argumentan que la Comisión Europea pretende convertirse en la “autoridad supranacional de impuestos” al poner en cuestión los acuerdos alcanzados acerca de los precios de transferencia en base al principio de plena competencia.

Por las disposiciones fiscales de Estados Unidos, esta discusión es vital, ya que las firmas estadounidenses poseen alrededor de 2 billones de dólares de ganancias no declaradas, esperando su repatriación en forma indefinida. Es posible que si Europa aumenta los impuestos, el régimen fiscal de Estados Unidos reduzca los cobros a las ganancias repatriadas y estimule su retorno; ello impulsaría una igualación de los regímenes impositivos en escala mundial.

Apple por su parte denuncia el carácter retroactivo de la sanción, el no tomar en cuenta los cambios en el periodo (1991-2007), así como los errores de cálculo realizados por la Comisión Europea. También afirma que la empresa fantasma debe pagar impuestos en Estados Unidos por lo que no está evadiendo impuestos.

La sanción entra en la fase de apelaciones de la empresa y del gobierno irlandés.

Ver también http://let.iiec.unam.mx/node/1049