Buried treasure. Sovereign-wealth funds catch on in Africa. But countries disagree about how to use them

Cita: 

The Economist [2017], "Buried treasure. Sovereign-wealth funds catch on in Africa. But countries disagree about how to use them", The Economist, London, 18 de marzo, https://www.economist.com/news/finance-and-economics/21718893-countries-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Marzo 18, 2017
Tema: 
Fondos soberanos africanos
Idea principal: 

Un dilema generalizado en la parte subsahariana de África gira en torno qué hacer con la riqueza de los fondos soberanos. La mayoría de ellos fueron creados desde la década pasada. El dilema es gastar los recursos para las necesidades presentes o ahorrarlos para el devenir.

El fondo más antiguo es el de Botswana (Dato Crucial 1), hace poco Angola y Nigeria también establecieron los suyos y algunos otros gobiernos desde Kenia hasta Zambia planean hacerlo próximamente. Incluso Ruanda posee un fondo soberano a pesar de no contar con grandes riquezas naturales. Recientemente el ministro de Ghana ha decidido tomar recursos del Fondo Patrimonial para asegurar la educación secundaria gratuita en su nación (Dato Crucial 2).

Cada fondo de ahorro posee su propio mandato de ahorro. Botswana conserva su riqueza en el exterior –al estilo noruego (Véase a mayor detalle: Norway’s global fund). Mientras unos están de acuerdo con tales políticas, otros señalan que comprar activos foráneos no es la mejor forma de utilizar el capital cuando existen necesidades internas prioritarias –infraestructura, caminos, electricidad, etc. Ejemplos como la Autoridad Soberana de Inversión en Nigeria (NSIA, por sus siglas en inglés), coloca 40% de su capital en un Fondo para Futuras Generaciones invertido en acciones globales con un horizonte de más de 20 años; y otro 40% de sus activos lo destina a proyectos domésticos priorizando los sectores energéticos, construcción y agrícola. De manera similar opera el Fondo Soberano de la Riqueza de Angola (FSDEA, por sus siglas en inglés) que anunció una inversión de 180 millones de dólares en un puerto de aguas profundas junto con un portafolio que incluye negocios de hotelería y 72 000 hectáreas de tierra cultivable.

The Economist señala que una estrategia de inversión doméstica puede generar empleos y desarrollo pero se corre el riesgo de ser mal utilizado por el poco control y falta de supervisión política por no ser un tipo de gasto presupuestario ordinario (Dato Crucial 3). De acuerdo con el artículo implementar mejoras institucionales serían insuficientes para garantizar el control del fondo.

Retomando las recomendaciones de investigadores de Oxford (Venables & Wills. 2016 Resource Funds: Stabilising, Parking, and Inter-generational Transfer) se indica que los fondos africanos deben centrarse en dos objetivos: i) preservar en el exterior el excedente generado en un momento repentino de abundancia económica e ii) invertir en activos líquidos que sirva como fondo de estabilidad para reforzar el presupuesto gubernamental cuando los precios del petróleo (o de alguna otra materia prima) caigan.

Datos cruciales: 

1. El fondo africano más antiguo y grande es el Fondo Pula de Botswana con 5.3 mil millones de dólares.

2. En Ghana, el Fondo Patrimonial reserva al menos el 9% de los ingresos petroleros anuales de la nación para futuras generaciones. Ghana cuenta con dos fondos, uno de ahorros y uno para la estabilidad económica.

3. Críticas al FSDEA de Angola acusan al hijo del presidente por manejos patrimonialistas de recursos públicos. Esta persona es un antiguo socio del consejero asesor del FSDEA, además es miembro de la empresa que está construyendo el nuevo puerto.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El uso de la riqueza acumulada en fondos soberanos está en disputa y las posturas expuestas tienen puntos a favor y en contra. También hay que señalar que cualquiera que sea su uso, esos fondos apuntalan la valorización del capital. El tema de la concentración aparece como un problema esencial a superar: un uso socialmente eficiente podría basarse en la desconcentración de las decisiones de las comunidades que producen la riqueza.

Estos temas son relevantes en nuestros países, fuertemente descapitalizados por la financiarización y la explotación ejercida por las corporaciones transnacionales: el uso y la distribución de la riqueza generada es tan importante como su generación.