The belt-and-road express. China faces resistance to a cherished theme of its foreign policy. Silk routes are not always as appealing as they sound

Cita: 

The Economist [2017], "The belt-and-road express. China faces resistance to a cherished theme of its foreign policy. Silk routes are not always as appealing as they sound", The Economist, London, 6 de mayo, http://www.economist.com/news/china/21721678-silk-routes-are-not-always-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Mayo 6, 2017
Tema: 
El proyecto chino de “el cinturón y la ruta” y los problemas geopolíticos a los que se está enfrentando
Idea principal: 

Después de que en enero saliera un tren de carga desde la ciudad de Yiwu –en la provincia china de Zhejiang– hasta Inglaterra, el 10 de abril este tren emprendió el viaje de regreso desde la estación de Barking en Londres hasta aquella ciudad china. El viaje de vuelta tomó casi tres semanas, y con su arribo a China se completó el segundo viaje redondo en tren más largo de la historia (sólo después del viaje de Yiwu a Madrid y de vuelta, completado por primera vez en 2014). El viaje en tren de Londres a Yiwu implica un ahorro de tiempo de aproximadamente un mes respecto del viaje marítimo entre ambas ciudades.

Un día después de la salida del tren de vuelta hacia China tuvo lugar un hecho menos comentado pero potencialmente más significativo para este país asiático: los trabajadores del puerto de Kyaukphyu en Myanmar comenzaron a transferir petróleo por medio de un nuevo oleoducto hacia Kunming, la capital de la provincia de Yunnan en el oeste de China. “Este oleoducto atraviesa el estrecho de Malaca, a través del cual se embarcan el 80% de las importaciones chinas de petróleo. Eventualmente, los suministros de energía a Chongquing, la ciudad más grande en el oeste de China, ya no estarán sujetas a las alteraciones políticas del estrecho”.

Ambos acontecimientos muestran que la “Iniciativa del Cinturón y la Ruta” [“Belt and Road Initiative”] emprendida por el líder chino Xi Jinping como uno de los instrumentos centrales de su política exterior está poniendo hechos sobre la mesa. “Al financiar aproximadamente 150 mil millones de dólares de gasto en infraestructura al año en los países que están al sur y al oeste de China (a lo largo de la vieja Ruta de la Seda), Xi Jinping espera crear nuevos mercados para las empresas chinas y nuevas esferas de influencia para su gobierno”.

El 14 y 15 de mayo tuvo lugar el Foro del Cinturón y la Ruta en Pekín, encuentro al que asistieron aproximadamente 30 líderes de los países de la región y que fue pensado por el presidente chino para ser utilizado para proyectar la fortaleza de su país y para proyectarse a sí mismo como un líder mundial. “No obstante, las apariencias pueden engañar. En realidad, Mr. Xi está enfrentando una respuesta negativa en contra de su proyecto”. En este sentido, el foro será utilizado por Xi Jinping para intentar tranquilizar a sus socios.

El proyecto está atravesando por tres problemas que están relacionados entre sí. El primero es que no es claro cuáles son sus prioridades ni quién lo está ejecutando. Todas las provincias y cientos de empresas estatales han recibido planes de inversión del “cinturón y la ruta” y los están llevando a cabo; no obstante, muchos de estos esquemas están teniendo resultados financieramente sospechosos y las empresas estatales que los implementan están actuando con una actitud arrogante en otros países. Esto ha levantado temores de una “China omnipotente” en algunos lugares, a pesar de las intenciones de China de hacer atractivo el proyecto a otros países y de hacer que el proyecto parezca cooperativo.

Un segundo problema será encontrar proyectos suficientemente rentables para alcanzar los objetivos del proyecto, que busca crear un bloque comercial euroasiático que compita con el área trasatlántica dominada por Estados Unidos. A pesar del poco tiempo que tiene la iniciativa del “cinturón y la ruta”, hay ya varios ejemplos de las dificultades por las que está atravesando, que apuntan a su fracaso. “No es claro, por ejemplo, cuan exitosa será la línea de ferrocarril Londres-Yiwu, dado que (aun cuando es más rápida) es dos veces más costosa que el transporte marítimo”. Otro ejemplo es la refinería que construyó la empresa estatal Zhongda China Petrol en Kirguistán: tras haberla construido, se dieron cuenta de que no podrían comprar suficiente petróleo crudo para utilizar más que el 6% de la capacidad de la refinería. La construcción de esta planta ha sido caracterizada como “ridícula” por parte de altos funcionarios de ese país y ya está enfrentando protestas contra su impacto ambiental por parte de los habitantes de la localidad. Así las cosas, es dudoso que los chinos puedan lograr fácilmente su objetivo de atraer a su órbita por medio del “cinturón y la ruta” a países conflictivos como Afganistán, Paquistán, Irak o Siria, “que no son precisamente los campeones en el índice de facilidad para hacer negocios del Banco Mundial”.

Un tercer problema es que los pobladores de algunos países están furiosos por lo que ellos perciben como la mano dura y tosquedad de China. En algunas partes de Asia, la población se ha cuestionado fuertemente la forma en que China comúnmente hace política y genera acuerdos: sin consultar a la población y en complicidad con regímenes impopulares. Los reclamos populares han dado lugar a la suspensión de numerosos proyectos Chinos en países como Myanmar (se suspendió la construcción de una presa con financiamiento chino), Sri Lanka (está en disputa la construcción de un puerto y ha habido reacciones violentas contra los planes de China) y Pakistán (donde ha habido una fuerte oposición, inclusive armada, contra la construcción del corredor económico China-Pakistán).

“El problema es en parte de escala: China es tan grande que los países incluidos en el cinturón y la ruta temen ser absorbidos por ella”. Por ejemplo, los créditos del banco China Eximbank representan un tercio de la deuda externa de Kirguistán. Por otra parte, la economía de Yunnan, una de las provincias más pobres de China, es cuatro veces mayor que la de Myanmar, uno de los vecinos más poblados de China. Por tanto, es comprensible que “estos países teman a la vez que deseen la inversión china”.

China está intentando mejorar sus formas. Las empresas chinas, que antes trataban las críticas de los pobladores locales con desdén, están comenzando a tomarlas con mayor seriedad. Asimismo, los bancos chinos están buscando mejorar sus estándares para el financiamiento de los proyectos del cinturón y la ruta. Uno de los objetivos del Foro del Cinturón y la Ruta es convencer a los participantes de que este proyecto no es una amenaza para ellos. “No obstante, este será otro ajuste menor. El expreso del cinturón y la ruta ya ha dejado la estación. China está solamente tratando de mejorar el servicio a bordo”.

Datos cruciales: 

Mapa con las rutas férreas, terrestres y marítimas de los grandes proyectos chinos de infraestructuras

Nexo con el tema que estudiamos: 

Con su creciente importancia económica y tecnológica, China está buscando consolidar su posición en la disputa hegemónica. Uno de los medios más importantes por los cuales está buscando ampliar su área de influencia es la inversión en infraestructura en los países que le circundan como financiamiento para el desarrollo en el que los condicionamientos no están ausentes. Además de la consolidación regional, el liderazgo chino busca abrir mercados y vías de comunicación que le permitan reducir su dependencia económica y vulnerabilidad militar frente al hegemón estadounidense.

No obstante, ese no es el único medio empleado por China: la inversión en todo tipo de armamento e infraestructura bélica anuncia que China está preparando también un brazo armado para hacer valer su creciente importancia en la región (al respecto puede verse: http://let.iiec.unam.mx/node/1363).