Notas sobre la empresa multinacional

Cita: 

Sweezy, Paul y Harry Magdoff [1974], “Notas sobre la empresa multinacional”, Teoría y práctica de la empresa multinacional, Argentina, Ediciones Periferia, pp. 9-39

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
1974
Tema: 
La fase monopolista y la autoexpansión inherente del capital genera conglomerados multinancionales
Idea principal: 

Paul Marlor Sweezy (10 de abril de 1910 - 27 de febrero de 2004) fue un economista marxista estadounidense y fundador de la influyente revista Monthly Review.

Henry Samuel Magdoff (21 de agosto de 1913 - 1 de enero de 2006), fue un prominente comentarista socialista estadounidense. Realizó varios cargos administrativos en el gobierno durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt y más tarde se convirtió en coeditor de la publicación marxista Monthly Review.


Los autores abordan la discusión de las empresas o compañías denominadas “multinacionales” (empresas con matrices en un país y una variedad de subsidiarias en otros) planteando preguntas y abriendo senderos alternativos de responder desde un enfoque marxista (p. 11).

Primera Parte
I

En un primer momento los autores marcan un distanciamiento explícito respecto las interpretaciones publicitarias, ideológicas y apologéticas sobre la “empresa multinacional”, para centrarse en una discusión científica y seria sobre el tema, tratando de despojar el carácter equívoco de su denominación (pp. 11-12).

II

Consideran que la única “razón válida” para utilizar el término de multinacionalidad se refiere al hecho de que la empresa opera “en una serie de naciones con el propósito de maximizar las ganancias, no de las unidades individuales de base nacional, sino del grupo como un todo” (p. 13).

El enfoque asumido sostiene que la propiedad y el control de la empresa no se pueden compartir, incluso por más que se le parezca. En oposición a los apologetas que señalan que la “internacionalización” tiende a romper los vínculos nacionales de las empresas nacionales, Sweezy y Magdoff argumentan que la "internacionalización" es más bien una vía mediante la cual el capital (principalmente estadounidense) obtiene control sobre otros capitales. Incluso si existe una contratación de personal nativa para los altos niveles directivos de las subsidiarias extranjeras, los autores señalan, que el control central sigue manteniéndose en la matriz (p. 15). También se añade que las multinacionales al entrar en un territorio nacional extranjero desnacionalizan las riquezas nativas, aumentando el poder y control de los intereses extranjeros sobre los países receptores (p. 16).

III

Para Sweezy y Magdoff el capital tiene nacionalidad la cual está ligada a “las personas que la controlan” (p. 18). En un momento general señalan que el capital es “la relación de explotación entre la clase poseedora y la clase trabajadora” (p. 18). Sin embargo esta generalidad de homogeneidad del capital y de su competencia no existe, pues en lo realmente histórico la competencia entre capitalistas siempre ha sido obstruida en distintos grados por una variedad de barreras naturales o humanas. Por ende no hay homogeneidad de fuerzas entre los capitales sino desigualdades entre ellos, “mezclado ahora con algunos segmentos que ejercen mayor poder que otros para explotar a los trabajadores y/o poder para explotar a otros capitalistas” (p. 18).

Para los autores el papel del estado sigue siendo de gran relevancia pues conserva y extiende mediante el monopolio de la violencia, la coerción y la normatividad legal, las relaciones de producción capitalistas (políticas laborales, medidas proteccionistas o la imposición de tratados desiguales con estados más débiles). Por ende un “capital sin un Estado es […] inconcebible” ya que todo capital “para existir […] debe tener nacionalidad” (p. 20).
Como condición de posibilidad para la internacionalización se requiere que ambas naciones contengan “un conjunto de relaciones de producción básicamente similar” y que acuerden “permitir como totalidad este tipo de movimiento internacional del capital” (p. 20).

IV

Retomando dos argumentos principales de Marx: i) primero que “el poder y la posición del capitalista es proporcional a la magnitud de su capital” y ii) segundo que “todo capitalista que se mantiene inmóvil corre el peligro de ser destruido” señalan que la “expansión es inherente a la esencia misma del capital” (p. 20).

Sweezy y Magdoff proponen una alternativa teórica para comprender la gran empresa basándose en las implicaciones del proceso en espiral de la acumulación (escala ampliada).

Su análisis parte de una empresa situada en una industria competitiva con una producción de pequeña escala que alcanza la “famosa posición de equilibrio” cuando el costo de producir una unidad adicional es igual al precio de mercado. La única alternativa para aumentar su margen de ganancia es la reducción de costos mediante la expansión de la escala de producción y/o la introducción de nuevas tecnologías. Sin embargo este proceso no puede persistir indefinidamente. De esta manera las empresas sobrevivientes a la competencia han dejado de ser los pequeños productores entre muchos iguales. Ahora cada empresa produce “una proporción importante del abastecimiento total de la industria y cada cual debe tener en cuenta el efecto de su propia producción sobre el precio del mercado” (p. 22). La competencia y los objetivos de la empresa se han modificado: la competencia se ha vuelto “imperfecta" y las empresas buscan los costos más bajos de producción y alcanzar posiciones monopolistas. Si esto se reproduce en la mayor parte de las industrias más importantes, el capitalismo entra en su fase monopolista.

La fase monopolista modifica la forma en la que crece la empresa. La expansión al interior de su industria “está estrictamente limitada por factores de costo y demanda que no tienen ninguna relación con la capacidad de la empresa” (p. 23). Entonces “la empresa monopolista es empujada […] por una compulsión interior a ir más allá […]. Y la fuerza de esta compulsión es tanto mayor cuanto más monopolista es la empresa y cuanto mayor sea el monto de la plusvalía de que dispone y que desea capitalizar” (p. 23). Presión que emana por la búsqueda de nuevas inversiones para sus fondos excedentes. La empresa en la fase del capitalismo monopolista tiende “a diversificarse tanto industrial como geográficamente a medida que va creciendo” (p. 24). Para convertirse en un conglomerado multinacional.

Segunda Parte
V

El proceso de autoexpansión del capital atraviesa dos fases: la competitiva y la monopolista. Las ganancias monopólicas posibilitan un crecimiento más rápido pero necesitan mantener una política de control y regulación en la expansión de su capacidad productiva para sostener precios monopólicos. “De esta conjunción de factores resulta entonces un impulso irresistible de parte de la empresa monopolista a trascender su campo histórico de operaciones, a penetrar en nuevas industrias y nuevos mercados […] convertirse en un conglomerado y en una empresa multinacional” (p. 25).

Una "de las características principales de la empresa gigante es que posee los medios para intentar el control del mercado en una gran parte del mundo y constantemente por hacerlo a favor de su seguridad y lucratividad” (p. 25). La expansión de las empresas multinacionales monopólicas da salida a su capital excedente mediante dos vías: i) el establecimiento de nuevas empresas (filiales) en la industria o país receptor; o bien, ii) adquirir empresas ya existentes. De acuerdo con los autores “la tendencia que por lo general se prefiere es la de comprar una empresa existente” (p. 26).

Las ventajas con las que cuentan las empresas gigantes (monopólicas) son: “1) mucho capital para invertir y acceso prácticamente ilimitado al crédito bajo condiciones favorables en el mercado monetario interno y externo; 2) un equipo de ejecutivos experimentados que pueden ser destacados en cualquier parte del complejo empresarial donde se les precise; 3) un efectivo y gran aparato de venta disponible en iguales condiciones para todas las unidades del conglomerado empresarial, y 4) facilidades de investigación y desarrollo destinadas a resolver todo tipo de problemas tecnológicos y de mercado” (p. 27). Como resultado tenemos una competencia sumamente heterogénea, muy lejos de la igualdad entre las partes. El cuello de botella reaparece cuando la subsidiaria, que comenzó siendo un canal de salida de excedentes, se vuelve nuevamente una fuente adicional de excedentes, lo cual obliga a la empresa en su conjunto a encontrar nuevas áreas de expansión. El proceso de buscar espacios rentables "terminará o bien cuando todas las grandes industrias en los países capitalistas sean dominadas por un par de cientos de compañías gigantes, o con el derrocamiento del capitalismo en escala internacional” (p. 28).

Las operaciones de la empresa multinacional en otros países está en función del control. Control sobre las fuentes de materias primas, los procesos de producción, los precios y la participación en el mercado. “[…] sus miras son siempre manipular las leyes y los políticos locales de tal manera que el control decisivo se mantenga en sus propias manos” (p. 30).

VI

Las implicaciones de una expansión constante de la multinacional conlleva una escisión en sus procesos productivos; los cuales serán delegados en mayor medida a sus filiales, mientras que la matriz se enfocará más en las cuestiones meramente financieras (pp. 30-31). “La empresa multinacional es, en resumidas cuentas, la institución clave del capital financiero de la segunda mitad del siglo XX” (p. 32). Teniendo una fuerte influecnia sobre los bancos y otras entidades financieras.

VII

Se hace mención de las profundas divergencias de intereses (temores) entre las empresas multinacionales y los países extranjeros: 1) temor de que la empresa internacional tome demasiado para sí y deje demasiado poco al país; 2) temor de que la empresa internacional aniquile la competencia interna y alcance un dominio monopolista sobre el mercado local; 3) temor de generar una dependencia de fuentes extranjeras en tecnologías y ventajas para competir en mercados mundiales; 4) temor de que la subsidiaria local de la empresa internacional sea usada como un instrumento de la política exterior del gobierno de la compañía matriz; 5) temor de que los buenos empleos sean entregados a trabajadores extranjeros y no nativos y 6) temor de que la compañía matriz tome decisiones con absoluta indiferencia del impacto que éstas puedan causar a la localidad (pp. 32-33).

“En el fondo, los conflictos de intereses que ellos reflejan se relacionan con la característica más fundamental de la empresa multinacional, es decir, con el hecho de que las políticas para todas las unidades del imperio empresarial son formuladas por una administración central con miras a beneficiar al conjunto (es decir, la empresa matriz) más que a las partes por separado (p. 33). En cuanto las economías son invadidas por empresas multinacionales el control sobre la generación y utilización de los excedentes pasa a manos de otros (p. 34).

VIII

La burguesía local del país receptor “tiende a dividirse y es absolutamente incapaz de iniciativas o acciones independientes” (p. 35). Aunque una parte importante es generalmente proimperialista y reaccionaria. De acuerdo con los autores la “oposición efectiva” se dispersa en varias clases y estratos: campesinos, pobres, pequeña burguesía, estudiantes, intelectuales e incluso algunos militares. Sus alcances en la arena política se limitan a pujar por proyectos nacionales que al menos logren reducir el campo de acción de las operaciones de las multinacionales y que hagan más en favor del interés nacional (pp. 36-37).

El “curso histórico del sistema capitalista global tiende a uno de dos resultados: imperio mundial o revolución mundial” (p. 38). En dónde la segunda posguerra ha permitido que el “instrumento principal de las empresas multinacionales […][sea][…] el gobierno de los Estados Unidos”, el cual debe cumplir con “lograr un mundo de Estados según el esquema norteamericano” (pp. 38-39).

Datos cruciales: 

1. La gran mayoría de las 200 empresas no financieras más grandes de los Estados Unidos en la actualidad han llegado a ser conglomerados y multinacionales (p. 24).

Nexo con el tema que estudiamos: 

Es importante retomar los alcances de los aportes que tuvieron los fundadores de la Monthly Review en torno a la fase monopolista y la empresa multinacional. Partiendo de los argumentos centrales de la tendencia secular del capitalismo de concentrarse y centralizarse planteada por Marx, los autores caracterizan a la competencia como la disputa entre poderes desiguales por la posición de monopolio. La competencia y la autoexpansión del capital genera a su paso la saturación de industrias y de mercados, manteniendo siempre constante su expansión como principio de necesidad para la reproducción de los capitales excedentes (cada vez mayores). En esta necesidad de seguir creciendo más allá de su “espiral creciente” (escala ampliada) se extiende en otros espacios (geográficos y actividades) desembocando en los conglomerados multinacionales señalados.

En sus contribuciones más específicas sobre las “grandes empresas multinacionales” destacamos:

i) Todas tienen nacionalidad, esto respecto el mando/control (gestión) y propiedad (acciones), que prioritariamente se mantienen en los países centrales (ciudades centrales).

ii) Importancia que conceden al Estado y al derecho, como instituciones e instancias sociales que privilegian las condiciones de reproducción y de expansión de las relaciones capitalistas (políticas laborales, tratados y acuerdos comerciales, controles migratorios, etc.).

iii) La fuerza y el control que tienen las grandes empresas sobre el capital financiero.

iv) La capacidad de monopolizar/controlar recursos importantes (personal calificado, recursos monetarios, crediticios, producción).

v) En su expansión territorial sobre otras naciones, las empresas multinancionales “desnacionalizan” las riquezas, la generación y el plusvalor, que pasa a manos y control “extranjero”.

vi) Destacar también que la vía más práctica, fácil y usada en los hechos como extensión geopolítica sobre otros espacios es mediante la adquisición de capitales ya existentes.

Un estudio reciente de las grandes concentraciones véase el estudio del Technológico de Zurich http://let.iiec.unam.mx/node/691

Foster y Suwandi plantean un balance de la visión de Baran y Sweezy en http://let.iiec.unam.mx/node/1413