Financial assets, made in China. China enters the big leagues of global markets. Inclusion in major stock and bond indices will force investors to put cash in China

Cita: 

The Economist [2017], "Financial assets, made in China. China enters the big leagues of global markets. Inclusion in major stock and bond indices will force investors to put cash in China", The Economist, London, 24 de junio, http://www.economist.com/news/finance-and-economics/21723850-inclusion-m...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Junio 24, 2017
Tema: 
La creciente apertura de los mercados financieros chinos al resto del mundo a raíz de la inclusión de acciones chinas en indicadores bursátiles extranjeros
Idea principal: 

Las mercancías hechas en China –desde la ropa hasta los teléfonos– se han expandido por todo el mundo desde hace tres décadas y han entrado a cada país y a cada hogar. Sin embargo, hay un tipo de mercancía china al que prácticamente nadie ha tenido acceso: sus activos financieros. Los no residentes en China poseen menos del 2% de las acciones y bonos del país, una proporción de la propiedad extranjera mucho menor de la que existe en otros mercados financieros. Esto se debe principalmente a que las barreras a la entrada de capital y los riesgos financieros han mantenido lejos a los inversionistas. Esta situación está comenzando a cambiar. “La globalización de los mercados de capitales de China está ganando ímpetu lentamente, como lo manifiesta la inclusión de las acciones y bonos chinos en los índices bursátiles globales”.

MSCI, una empresa que diseña índices bursátiles, anunció recientemente que incluirá títulos chinos en dos de sus índices de referencia, uno que cubre los mercados emergentes y otro que da seguimiento a los mercados de todo el mundo. MSCI incluirá inicialmente un pequeño número de acciones chinas en sus índices (de las más de 3,000 que cotizan en China, incluirá sólo 222). La ponderación de las acciones chinas en los índices de MSCI es muy reducida: sólo 0.73% en su índice para los mercados emergentes. Esto significa que los ingresos resultantes de dicha incorporación ascenderán a sólo 10 mil millones de dólares para el próximo año; esto equivale a menos de una hora de los intercambios que se realizan en los frenéticos mercados financieros de China. No obstante, aun cuando la cantidad de acciones es reducida, esto importa porque los administradores de activos que siguen el comportamiento de los índices de MSCI o que compiten contra estos tendrán que incursionar en los mercados financieros chinos, muchos de ellos por primera vez. La ponderación dada por MSCI a las acciones chinas en su índice parece injustificada dado el tamaño del PIB chino (15% del PIB mundial) y a que el mercado de capitales de ese país –ubicado en las bolsas de Shenzhen y Shangai– es el segundo más grande del mundo. No obstante, es muy probable que esa ponderación aumente significativamente en los próximos años.

El acceso a los mercados de capitales en China ha sido –y sigue siendo– sumamente complicado debido a los “formidables obstáculos” que existen para este fin, como la cuenta de capital china, que se maneja de forma muy estricta y que sólo permite a los extranjeros comprar pequeñas cuotas de acciones por canales muy restringidos. Por otra parte, los inversionistas institucionales que poseen acciones chinas tienen en general participaciones en empresas que cotizan en Hong Kong y en Estados Unidos, donde los mercados financieros son más libres. No obstante, las acciones que cotizan en China continental son colectivamente mucho más valiosas e incluyen una gama más amplia de compañías.

La mayor parte de la inversión en los mercados financieros chinos por parte de extranjeros es una inversión “pasiva”, mediante replicadores de índices por computadora. Se espera que los cambios recientes atraigan a más inversionistas activos (más sobre la inversión “activa” y “pasiva” puede leerse aquí: http://let.iiec.unam.mx/node/1426). Es probable que eso suceda, pero hay aún temor y escepticismo por parte de los inversionistas debido a la manipulación de precios en los mercados financieros chinos y a que los recuerdos de la debacle en 2015 –cuando las autoridades intervinieron fuertemente tras el estallido de una burbuja– aún están frescos. Los reguladores chinos esperan que la participación de los inversionistas extranjeros ayude a generar mejores prácticas y a traer orden a los mercados financieros.

El mercado de bonos de China podría ser igualmente importante para integrar financieramente a ese país con el resto del mundo. El banco central anunció en mayo que los inversionistas extranjeros podrán comprar bonos por medio del mercado de bonos de Hong Kong. Esto sienta las bases para que los índices de bonos incluyan la deuda china, pues esta está excluida de los principales índices globales de bonos a pesar de que el mercado de bonos de China es el tercero más grande del mundo. Se espera que esta inclusión eleve los flujos en el mercado de bonos en 250 mil millones de dólares hacia 2020.

Si se mira más de cerca la ponderación dada a la inclusión de China en algunos índices, se podrá ver que esa proporción no se refiere al valor de los activos chinos o a sus perspectivas, sino que es más bien una cuestión técnica que refleja la accesibilidad de las acciones y bonos de China. De esta forma, con las ponderaciones mínimas asignadas a los títulos chinos, su inclusión es simbólica. “No obstante, los símbolos pueden ser poderosos, como estos con seguridad lo son. Algunos de los principales centinelas de los mercados globales piensan que China está por fin abierta a los negocios”.

Datos cruciales: 

El PIB de China representa el 15% del PIB mundial.

El mercado de capitales de China es el segundo más grande del mundo (aprox. 7.5 billones de dólares), sólo después del estadounidense (casi 30 billones de dólares).

Nexo con el tema que estudiamos: 

Con la mayor apertura de sus mercados de acciones y bonos, China se está posicionando cada vez más como un espacio central para los flujos de capitales a nivel mundial. Aun cuando dista mucho de rebasar el valor del mercado de valores en Estados Unidos (el de este país es aproximadamente cuatro veces más grande que el de aquél) esta situación genera cambios importantes para la inversión de capital y para la disputa por los principales mercados del orbe.

Está por verse qué efectos tendrá la incorporación de estos mercados chinos al mercado financiero mundial. En todo caso, la mayor interconexión interna de todos los componentes de este mercado hace pensar que ante una situación como el estallido de una burbuja financiera, los efectos ya no serán parciales y diferenciados (como sucedió en la crisis de 2007-2008, de la que China y otros países salieron bien librados) sino generalizados y más profundos para todo el sistema-mundial capitalista.

En términos de disputa hegemónica, es relevante que China abra sus mercados financieros pues ello puede ser una vía para que la sobreacumulación de capitales en Occidente encuentre ocupaciones rentables, reduciendo el control hasta ahora absoluto que gobierno y capitalistas chinos ejercen sobre las empresas con sede en ese país. En sentido contrario, una gestión estratégica de la presencia extranjera puede fortalecer a las empresas chinas que pueden recibir capital sin ceder control sobre sus estrategias y acciones...