Changing maps. How the shape of global banking has turned upside down. American and European banks stay more at home. Chinese ones extend their reach

Cita: 

The Economist [2017], "Changing maps. How the shape of global banking has turned upside down. American and European banks stay more at home. Chinese ones extend their reach", The Economist, London, 26 de agosto, https://www.economist.com/news/finance-and-economics/21727088-american-a...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Agosto 26, 2017
Tema: 
La modificación del comportamiento de los bancos en distintas latitudes
Idea principal: 

En los años ochenta del siglo pasado, los grandes bancos estadounidenses, encabezados por Citicorp, aprovechaban cada oportunidad para su expansión internacional. Hoy día, la situación es diferente. Por ejemplo, el jefe de JP Morgan Chase –el banco más grande en Estados Unidos en la actualidad– dijo sobre sí mismo que es “ante todo un ‘patriota’ estadounidense, y en segundo lugar el líder de un banco”. La estrategia de los bancos refleja este cambio de actitud.

A partir de la crisis financiera, los bancos estadounidenses han rechazado numerosas adquisiciones de bancos extranjeros y han optado por detener su expansión hacia el exterior. De hecho, el éxito de algunos bancos como JP Morgan Chase ha consistido más en los tratos que ha rechazado que en aquellos que ha completado. El Bank of America, por su parte, ha decidido mantenerse fiel a su nombre y operar únicamente como un banco interno en Estados Unidos.

Este proceso de retirada no es exclusivo de los bancos estadounidenses, sino que se replica por toda Europa occidental, incluso de forma más profunda e intensa. De acuerdo con un estudio de la consultora McKinsey, los activos en el exterior (préstamos, garantías, etc.) de los principales bancos se han contraído un tercio en Suiza y Gran Bretaña y hasta 50% en los del resto de Europa. Incluso el volumen del comercio de divisas está cayendo después de décadas de crecimiento. La caída más acentuada se observa en los “bancos corresponsales” [“correspondent” banking] –los grandes bancos internacionales que liquidan las transacciones denominadas en moneda extranjera de los pequeños bancos por medio de los grandes centros financieros–, que han sido vistos tradicionalmente como "el primer nivel de apoyo financiero para el comercio mundial".

El porqué de esto no es un misterio. Las relaciones de "corresponsales" se han convertido en una fuente de vulnerabilidad para los bancos debido al costo cada vez mayor de cumplir con las regulaciones sobre lavado de dinero y combate al financiamiento del terrorismo, así como de las multas asociadas a su incumplimiento. Esto ha tenido como consecuencia previsible una rápida y amplia retirada de los bancos. "Lo que es más difícil de entender es el trabajo hecho por el Banco de Inglaterra y la Oficina de Investigación Económica estadounidense que muestra una correlación en el largo plazo entre el aumento en los requerimientos de capital y la caída en los préstamos transfronterizos. McKinsey apunta que las regulaciones orientadas a asegurar la liquidez, particularmente en una crisis, pueden ser más fáciles de cumplir si el dinero está cerca de casa".

La retirada estadounidense y europea ha sido parcialmente compensada por la expansión que se ha observado en los bancos de muchos otros países. Por ejemplo, los bancos canadienses, que no fueron tan duramente golpeados por la crisis financiera, tienen ahora la mitad de sus activos en el exterior, respecto a 38% en la década pasada. Los bancos chinos, que tenían una cantidad insignificante de activos en el exterior hace una década, cuentan hoy con más de mil millones de dólares en estos activos; a esto hay que añadir que sus hojas de balance han aumentado mucho debido al fuerte crecimiento interno de China. Los bancos japoneses y rusos están ampliando también su presencia en el exterior.

Es probable que estas tendencias continúen en los próximos años. Pero es necesario tener en consideración que tendencias similares se han observado ya en el pasado y que han sido abruptamente detenidas. Por otra parte, que los bancos occidentales salgan de su letargo reciente depende principalmente de los reguladores, que ofrecen una posición ambigua al respecto.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Como hemos señalado en fichas anteriores (http://let.iiec.unam.mx/node/1446 y http://let.iiec.unam.mx/node/1451), frente al lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo el pensamiento liberal tiene una posición paradójica: en sus recomendaciones hace un llamado en contra de las regulaciones, pero en su balance reconoce y condena los perniciosos efectos del lavado de dinero. La contracción de los grandes bancos es consistente con las dificultades para reactivar la financiarización y puede ser un signo de la dislocación de los circuitos financieros mundiales. En términos de competencia, los bancos con más recursos aprovechan la retracción de los bancos líderes para tomar posiciones en el extranjero, sin embargo, resulta difícil establecer si tales inversiones serán redituables, en tanto la inestabilidad de los mercados permanezca...