Los carros que se manejan completamente solos no estarán en venta al público hasta dentro de dos décadas probablemente, si no que serán vendidos a los operadores de robot-taxi, por dos razones.

En primer lugar, los sensores LIDAR (que ayudan al funcionamiento autónomo de los coches) aún siguen siendo muy costosos, más que el propio vehículo, pero para los robot-taxis esto no sería un problema ya que los vehículos estarán operando casi todo el tiempo generando ingresos, mientras que vehículos privados solo se usan aproximadamente 5% del día.

En segundo lugar, los vehículos autónomos trabajan con mayor seguridad y se les da mayor confianza si su rango geográfico está delimitado a lugares que han sido mapeados a detalle, como los centros de las ciudades.

El incremento en la compra de robot-taxis a precios cada vez más baratos podría hacer que los jóvenes de las ciudades abandonen la idea de ser dueños de su propio carro. Es por esto que los fabricantes de autos están empezando a realizar sus propios programas de vehículos autónomos, ya que este cambio ofrece a los fabricantes de automóviles una gran oportunidad de negocio, y esto conllevaría a varios cambios en el mercado y en la industria. El mercado de autos tiene un valor de 2 billones de dólares anuales a nivel global, mientras que el mercado de transporte personal vale aproximadamente 10 billones de dólares, según el banco Morgan Stanley, y muchos fabricantes de automóviles ya han empezado a transitar hacia este mercado, algunos de ellos ofreciendo sus propios servicios móviles y otros fungiendo como administradores de lotes de robot-taxis; pero esto también los expone a nuevos competidores en las áreas de tecnología y redes de viajes.

Los modelos de precios para los usuarios cambiarán también, Uber está ya probando planes de precios mensuales al estilo de las telecomunicaciones en algunas ciudades; el plan incluye un cierto número de viajes o millas por un precio fijo, así como un plan de celular.

Una gran pregunta del efecto de los automóviles autónomos es el número de carros vendidos a nivel mundial por año, el cual actualmente se encuentra en 80 millones. El banco UBS menciona que el nivel global de automóviles se reducirá a la mitad para el año 2030, pero si los robot-taxis están en uso 50% del tiempo en vez de 5% se tendrán que reemplazar más seguido, dice Johann Jungwirth, jefe de la oficina digital en Volkswagen. Así que, a menos que la vida de los vehículos aumente de manera importante, el número de vehículos nuevos aumentará cada año, lo que significa que aún dentro de un mundo de robot-taxis, los fabricantes de carros podrían hacer grandes negocios.

No solo los fabricantes de automóviles podrían cambiar, sino que el uso de autos de conducción autónoma también podría afectar a los establecimientos de reparación de automóviles o a los fabricantes de partes, asumiendo que los vehículos autónomos reducirán el número de accidentes de auto. También esta disminución de accidentes tendrá consecuencias para las aseguradoras, junto con la caída en las ventas de autos privados. Además, el sector laboral se verá impactado, con grandes cambios de conductores pasándose a supervisores o haciendo reparaciones vía remota.

Es claro que los automóviles autónomos causarán un dramático cambio en la industria de carros y sus adyacentes en las próximas décadas, pero las consecuencias no pararán ahí, ya que tendrán efectos culturales y sociales también, obviamente con mayor impacto en las ciudades.