Is anybody still a globalist? Rereading the trajectory of US gran strategy and the end of the transnational moment

Cita: 

Cha, Taesuh [2020], "Is anybody still a globalist? Rereading the trajectory of US gran strategy and the end of the transnational moment", Globalizations, London, 17(1):60-76, https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/14747731.2019.1611011

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Enero, 2020
Tema: 
Trump como amenaza a la globalización neoliberal
Idea principal: 

Taesuh Cha es profesor asistente del Departamento de Ciencias Políticas en la Universidad de Sungkyunkwan, Corea del Sur.


Introducción: ¿la crisis del momento transnacional?

El artículo explora el espíritu emergente al interior de las élites en Estados Unidos con el arribo de Donald Trump a la presidencia y sus intenciones explícitas de proteger los intereses nacionales sobre los intereses globales. cse cuestiona si esto es indicativo o no de una nueva etapa en la historia del capitalismo.

Lo cierto es que la noción de "globalización" se ha vuelto sumamente problemática en nuestros días. Definida como un "momento transnacional", que parecía haber abierto un nuevo espacio-tiempo respecto el paradigma westfaliano, actualmente se encuentra en crisis dentro de sus propias contradicciones. En particular, Estados Unidos como centro del proyecto histórico de la globalización desde finales del siglo XIX, está dejando de ser su principal promotor y guardián. En retrospectiva, se observa que la emergencia de un discurso unipolar y el triunfo de la globalización neoliberal están situados en un contexto específico de "fin de ciclo"; donde el rol exitoso de Estados Unidos aparece propiamente en la posguerra.

Dicho proceso de globalización (transnacionalización) será puesto en cuestión hasta la explosión de la llamada “crisis gemela del mundo liberal” durante la primera década del siglo XXI (incluyendo la Guerra mundial contra el terror y la crisis financiera de 2008). La crisis ha puesto en jaque tanto a la hegemonía estadounidense como a la globalización neoliberal; que a su vez coincide (o provoca) la efervescencia del populismo a lo largo del mundo atlántico. Lo que lleva incluso a cuestionarnos si la globalización realmente existió o solo fue una mera fantasía pasajera creada artificialmente por el proyecto liberal estadounidense durante su clímax unipolar.

El trabajo de Taesuh Cha articula la crítica populista a la globalización neoliberal –de carácter elitista e imperial– con las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos. Éste pretende delinear el nuevo sendero de la derecha, representado por Trump, e intenta definir el nuevo rol de Estados Unidos en la presente globalización y orden liberal a nivel mundial. El objetivo es develar las razones por las cuales Estados Unidos se ha convertido en un destructor del proyecto transnacional, del cual él mismo fue diseñador y promotor en el mundo de posguerra. Por último, el autor cuestiona el futuro de la globalización analizando las más recientes estrategias emprendidas por el estado estadounidense en su nueva identidad nacional frente a los cambios estructurales de un mundo emergente multipolar.

El surgimiento de la condición de globalización en el mundo post Guerra fría

Diversas corrientes académicas señalan que en la vuelta del siglo XXI ocurrió un cambio estructural, o mejor dicho una transformación global, del sistema moderno interestatal y el orden capitalista estado-centrista. Sus causas son una confluencia irreversible de varias fuerzas históricas. Algunos autores (Robinson, 2017) afirman la emergencia de un sistema multilateral de gobernanza global que dio como resultado la nueva fase del mundo capitalista: el capitalismo global. Caracterizado por el capital transnacional, una clase capitalista transnacional y un estado transnacional. Taesuh Cha difiere de esta visión simplista.

En primer lugar, el autor menciona que es importante tener en consideración que los antecedentes de esta transformación están marcados por el orden mundial de posguerra liberal que fue diseñado e impulsado por Estados Unidos, haciendo operativo el proyecto de transnacionalización. Durante la Guerra fría el principal rol de la hegemonía estadounidense fue supervisar al capitalismo en un plano mundial (Panitch y Gindin, 2012). La coalición liberal internacionalista al interior de Estados Unidos justificaba la necesidad de construir un imperio transnacional como medida para erradicar las premisas geopolíticas que originaron la Segunda guerra mundial, esto es, rivalidades inter imperiales entre los principales estados capitalistas. Al culminar la tensión de la Guerra fría, el supuesto principal de los "intereses globales" y la "responsabilidad especial" que permitieron una renovación del momento unipolar centrado en Estados Unidos, radicaba en su capacidad para adaptar y construir instituciones globales que ayudaran a promover la seguridad y el crecimiento económico mundial.

La doble formula de la liberalización (política y económica) como sustento de paz y prosperidad global ha sido el pilar de la ideología estadounidense en la integración global. A su vez, la hegemonía requiere fuerza tanto para mantener el consenso que gira a su alrededor como para impedir que las amenazas alteren el orden liberal mundial. En breve, el autor argumenta que al culminar la Guerra fría, Estados Unidos logra establecer un orden de gobernanza postmoderna global que transciende el sistema interestatal, justificando su intervención transfronteriza en otras naciones y afianzándose como el centro financiero global.

La cima del proyecto global de orden liberal y las "crisis gemelas"

Para Taesuh Cha, la guerra contra el terrorismo de Bush y la invasión a Irak y Afganistán como respuesta al ataque del 9/11, representan una continuidad del proceso de globalización centrado en Estados Unidos en la era post Guerra fría. Dicha estrategia neoconservadora es similar a otras administraciones previas, salvo por la transformación en el significado de la estrategia global de Estados Unidos que pasó de ser una institucionalización de la integración económica global a una política de supremacía militar mundial (Rupert y Solomon, 2006). Bajo la cual, las pretensiones de construir un imperio transnacional adquieren connotaciones positivas para preservar abiertos los mercados globales con poder político y militar.

Esta imagen positiva de la transnacionalización parece haberse fracturado en 2008 por la "crisis gemela del mundo liberal"(Callinicos, 2010) debido a: i) la descentralización del momento unipolar del poder (con tensiones geopolíticas por parte de Rusia y China) y ii) la quiebra financiera global que colapsó el modelo neoliberal estadounidense. A partir de entonces, la base económica que sustentaba la Pax Americana empezó a presentar serios problemas, lo que agudizó la polarización económica y aumentó las protestas sociales que desembocaron en proyectos populistas y una "crisis de legitimidad" (Parmar, 2017) de las élites pro-globalistas. Contexto que finalmente posibilitó la victoria presidencial de Donald Trump en 2016.

¿Globalización en reversa? La reacción violenta populista y la realpolitik Redux

El mundo actual evidencia anomalías de nacionalismo en contra de la lógica global con la efervescencia del populismo y las tensiones geopolíticas. El arribó de Trump ilustra la caída de la hegemonía estadounidense y su abandono como líder en la economía mundial, cuestionando así la visión postmoderna del momento transnacional que ahora se muestra desecho. El autor enmarca la victoria de Trump dentro de la propia trayectoria de globalización neoliberal y su resultante crisis social; su discurso ofrece una narrativa alternativa de la globalización enfatizando su negativa y corrupta influencia en Estados Unidos, así como su favorecimiento por una élite cosmopolita. La propuesta de Trump se muestra como una vía para fortalecer nuevamente las barreras nacionales para hacer nuevamente de los Estados Unidos una gran nación. Trump representa una amenaza al proyecto estadounidense de globalización, lo que significa que el orden mundial liberal está sucumbiendo ante el peso de sus propias contradicciones.

Para Taesuh Cha, la administración de Trump es una nueva versión del poder societal previo a la globalización, un replanteamiento del rol estatal en términos de seguridad y de economía política. En cuestión de seguridad, el presidente estadounidense niega oficialmente el papel del monarca global, renunciando a los derechos y obligaciones de ser el vigilante a nivel mundial. Esto implica regresar a las relaciones internacionales modernas y reconocer la vitalidad de una era multipolar con rivalidades estratégicas entre los principales poderes. Al mismo tiempo el Pentágono bajo la administración de Trump declara que la competencia estratégica interestatal con China y Rusia es ahora la principal preocupación a la seguridad nacional estadounidense. En el terreno de economía política, la retórica antiglobalista de Trump, renueva el populismo nacionalista del periodo entre guerras, donde se insistía que los extranjeros eran los principales beneficiarios al aprovecharse del poder militar estadounidense sin haber pagado por su servicio. Por otra parte, la visión trumpista del comercio es una concepción de suma cero en la que cualquier desbalance se considera amenaza a la prosperidad y a la seguridad de Estados Unidos (Patrick, 2018).

La administración de Trump ha convertido en temas de cuestión de seguridad los puntos de economía internacional. Se parte de concebir al liberalismo económico como una estrategia fracasada que permitió el aprovechamiento y la explotación de los mercados abiertos y las instituciones económicas de Estados Unidos por otros. Se insiste en que los acuerdos de comercio y la burocracia internacional en los regímenes multilaterales solo han dañado los intereses nacionales de Estados Unidos y consigo su autonomía. La iniciativa comercial de Trump es repatrializar las cadenas globales de suministro y la construcción de cadenas domésticas al interior de Estados Unidos.

Para Taesuh Chan la oposición entre globalización y el estado-nación es una falsa problemática, ya que para los estado-nación poderosos, especialmente como Estados Unidos, no han dejado de promover el proceso de globalización para incrementar las ganancias de las clases capitalistas globales. De acuerdo con el autor, las fantasías de un estado populista y amurallado, probablemente solo consiga más catástrofes en el futuro cercano. Una visión histórica muestra que las reaccionarias subjetividades están coincidiendo en disuadir la transnacionalización del capital y fortalecer las fronteras nacionales bajo el contexto material de una gran recesión y decline de la hegemonía mundial.

El año 2018: ¿cruzando el puente del no retorno?

Taesuh Cha ubica al año 2018 como un punto crucial por ser el final del momento transnacional como proyecto global de Estados Unidos. Para el autor la administración liderada por Trump representa un verdadero ataque a la arquitectura transnacional de la post Guerra fría. Lo importante es observar cómo el marco ideológico anti-globalización ha ido materializándose mediante una serie de eventos importantes como la guerra comercial contra China, las agresiones a sus aliados en cumbres internacionales (ej. la G7 en Quebec) y el discurso de victimización de Estados Unidos frente a la globalización y sus propios aliados.

Conclusión: ¿A dónde va Estados Unidos? ¿A dónde va la globalización?

Desde este enfoque, Trump aparece con una política coherente basada en su propia filosofía. Ha sido un crítico persiste con la doctrina dominante internacionalista liberal y ha intentado renegociar partes claves de los acuerdos de posguerra pilares de la Pax Americana. Su propia visión del mundo en contra del esquema global dominante ha tomado concreción en la mayoría de las políticas públicas presentes: como la guerra comercial, la probable retirada militar de Siria y Afganistán, la declaración de una situación de emergencia y la necesidad de construir un muro en la frontera sur.

Para el autor Trump es producto mismo del decline hegemónico estadounidense y del estado fallido de su proyecto de globalización neoliberal. Los simpatizantes trumpistas responden principalmente al panorama negativo del nuevo milenio. Ante tal situación se levanta una justificación para que Estados Unidos busque una alternativa de estado que responda a la nueva estructura. Por último se abren nuevas interrogantes sobre cuales serán los alcances de Trump sobre las cadenas globales de suministro y si habrá o no resistencia por parte de los capitalistas globales en aras de salvaguardar sus propios intereses privados a escala planetaria.

Cualquier cosa que ocurra deja claro que el futuro de la globalización es una cuestión empírica e histórica; la cual dependerá en última instancia del resultado conflictivo entre las fuerzas sociales tanto en escala mundial como al interior de las élites de Estados Unidos.

Trabajo de Fuentes: 

Callinicos, A. [2010], Bonfire of illusions: The twin crises of the liberal world, Malden, MA: Polity.

Panitch, L. y Gindin, S. [2012], The making of global capitalism: The political economy of American empire, Brooklyn, New York, Verso.

Parmar, I. [2017], “The legitimacy crisis of the U.S. elite and the rise of Donald Trump”, Insight Turkey, 19(3), 9-22.

Patrick, S. M. [2018], “At G7 Summit, Trump takes a wrecking ball to the West”, CFR

Robinson, W. I. [2017], “Debate on the new global capitalism: transnational capitalist class, transnational state apparatuses, and global crisis”, International Critical Thought, 7(2), 171-189.

Rupert, M. y Solomon, M. S. [2006], Globalization and international political economy: The politics of alternative futures, Lanham, MD: Rowman & Littlefield Publishers.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El texto propone estudiar la administración de Trump desde una visión histórica que permita concebirlo en sus continuidades y rupturas con lo que el autor denomina como "momento transnacional" de orden neoliberal liderado por Estados Unidos. Para nuestro estudio sobre el capitalismo del siglo XXI es importante ubicar la personalidad de Trump y sus políticas no como anomalía sino como parte de una hegemonía en picada, con tensiones sociales (que emergen en respuestas populares) y un estancamiento económico secular que no logra repuntar.

El discurso nacionalista, neoconservador y de victimización de Trump parece fortalecer a Estados Unidos por otras vías.

Otros textos en LET en torno a los retos de la globalización:

Slowbalisation. The steam has gone out of globalization. A new pattern of world commerce is becoming clearer—as are its costs

Slowbalisation. Multinational companies are adjusting to shorter supply chains. The risks of not knowing who supplies your supplier

The global list. Globalisation has faltered. It is now being reshaped