La crisis del COVID-19 puede haber afectado los mercados de valores y detenido el crecimiento económico, pero para algunos es una gran oportunidad de negocios. La siguiente nota lo señala.

Grandes farmacéuticas

Las grandes farmaceúticas están en la carrera por las vacunas, y por lo tanto, por beneficiarse económicamente: uno de los medicamentos que se está probando como posible medicamento para tratar el COVID-19 es la cloroquina, un medicamento para combatir la malaria, producido por Rising Pharmaceuticals. Según un informe del Financial Times, el precio de la cloroquina subió rápidamente cuando el COVID-19 comenzó a expandirse (ver Dato crucial 1).

En respuesta, Rising Pharmaceuticals dijo que el aumento de precios fue una "coincidencia" y que había restablecido el precio anterior cuando se dio cuenta de que el medicamento podría estar en demanda debido a la pandemia (ver Dato crucial 2).

La nota señala que en el capitalismo, las decisiones sobre qué medicinas se deben desarrollar y producir, se basan en el potencial de las ganancias; por lo tanto, los altos precios de los medicamentos patentados se usan como justificación para incentivar la investigación (ver Dato crucial 3).

Especuladores escandalosos

En el campo político, se generó un escándalo en Estados Unidos el 19 de marzo de 2020 ya que varios senadores aprovecharon las advertencias confidenciales del COVID-19 para deshacerse de sus acciones: al menos tres senadores vendieron acciones en compañías que se verían afectadas negativamente por la crisis sanitaria.

En Reino Unido, se informó que los fondos de cobertura con sede en Londres, que han ganado millones en las últimas semanas, han apostando a la caída de los precios de las acciones. Uno de estos fondos es Odey Asset Management (dirigida por el multimillonario Crispin Odey, antiguo yerno de Rupert Murdoch y principal patrocinador de Boris Johnson). Otro de esos fondos es Marshall Wace, dirigido por otros dos multimillonarios de alto perfil y políticamente activos: Paul Marshall e Ian Wace.

El boom de la entrega a domicilio

Otros sectores productivos, como la venta minorista en línea y la entrega, tienen buenas perspectivas en el actual contexto.

El auge de la entrega significa días enteros para los trabajadores, pero ¿qué pasa si esos trabajadores se enferman? Los trabajadores de Amazon hablan de ser obligados a hacer horas extras y la falta de un pago garantizado por enfermedad. En una carta abierta al CEO de Amazon, Jeff Bezos, los trabajadores de Nueva York escribieron que vieron un aumento en el volumen de los bienes que la empresa vende, lo que ejerce una mayor presión sobre los trabajadores.

A pesar de las grandes cargas de trabajo, Amazon continúa aplicando y aumentando las cuotas de productividad y, además, la compañía les negó ilegalmente la licencia remunerada por enfermedad. Las demandas de los trabajadores incluyen pago de riesgos, cuidado de niños, licencia por enfermedad pagada para todos y cierre de almacenes si se detecta el virus. Sin embargo, muchas personas no pueden hacerse la prueba.

En Reino Unido, los trabajadores de Deliveroo, que se organizan con el sindicato IWGB, han escrito al CEO de la compañía, Will Shu, con demandas que incluyen "pago completo por autoaislamiento", pruebas regulares de detección del virus y suministro de equipos de protección.

El sindicato IWGB también informó que los trabajadores sólo recibirán el pago legal (94 libras semanales) si están enfermos en el trabajo; aunque su trabajo incluye el transporte de especímenes COVID-19 a The Doctors Laboratory. Cuando Corporate Watch investigó al jefe de The Doctors Laboratory, éste había ganado 1.6 millones de libras en 2018.

El cartel de la construcción sigue adelante

Aunque las medidas para evitar el contagio masivo de COVID-19 incluyen la medida de quedarse en casa, no todos tienen la opción de trabajar desde ahí. El sindicalista de la construcción, Dave Smith, tuiteó críticamente: "Aunque no hay reuniones sociales de más de 2 personas fuera de casa, está perfectamente bien que decenas de miles de trabajadores de la construcción se reúnan en obras que todavía están abiertas en todo el país."

La construcción es una actividad particularmente riesgosa porque la mayor parte de los trabajadores están técnicamente subcontratados, sin posibilidad de pago por enfermedad. Dave Smith también señaló que lo anterior se debe a que la industria de la construcción de Reino Unido está dirigida por un cártel de grandes contratistas que han sido declarados culpables en repetidas ocasiones de poner las ganancias antes que la salud de los trabajadores y poner en la lista negra a quienes se quejan de la inseguridad.

¿Quién siente el dolor?

La nota cuestiona quiénes verdaderamente sentirán el dolor cuando se cierren los lugares de trabajo. Para muchos jefes e inversores, el imperativo es proteger sus propios activos y transmitir el golpe a los trabajadores.

Por ejemplo, Britannia Hotels, conocida como la "peor cadena hotelera" de Gran Bretaña, no ha mejorado su reputación después de despedir a más de una docena de trabajadores y ordenarles que abandonen inmediatamente su alojamiento en su hotel Coylumbridge Aviemore en Escocia.

El principal propietario de Britannia Hotels sigue siendo el director fundador: Alex Langsam. Langsam es parte de la lista del Sunday Times de las 500 personas más ricas de Reino Unido de 2016, con una fortuna de 220 millones de libras.

En 2019, Britannia Hotels obtuvo una ganancia de 15.7 millones de libras para sus propietarios en 2019 y 17 millones el año anterior. Su factura salarial anual total es de 33 millones de libras. De lo anterior se concluye que Langsam podría cubrir los salarios de sus trabajadores durante seis meses.

De igual manera, Richard Branson, recibió críticas de los parlamentarios conservadores después de decirle al personal de su aerolínea, Virgin, que tome una licencia sin goce de sueldo durante dos meses. Sin embargo, si Branson recauda solo 2% de interés sobre su patrimonio neto de 3.8 millones de libras, eso crearía 9.9 millones de libras en ocho semanas, lo cual, es suficiente para cubrir el pago por enfermedad de sus trabajadores.

Héroes, villanos y los grandes problemas detrás

En la cobertura mediática, Bezos o Branson contrastan con los capitalistas responsables que desempeñan su papel en la lucha colectiva contra el COVID-19. Por ejemplo, en Reino Unido las industrias de armas y automóviles han sido elogiadas por ayudar a construir ventiladores. Así lo expresa el Daily Express, respecto a BAE Systems y Rolls Royce Aerospace.

Sin embargo, esta línea de relaciones públicas nos aleja de los problemas estructurales que ayudaron a crear esta crisis y no dice nada sobre el saqueo de los sistemas de salud por parte de compañías farmacéuticas, especuladores privados de salud, bancos y fondos de inversión.

Ciertamente esta narrativa no critica la economía de mercado mundial que se basa en acumular riquezas para algunos, mientras que otros mueren por falta de atención.