América Latina y el capitalismo global: una perspectiva crítica de la globalización

Cita: 

Robinson, William I. [2015], América Latina y el capitalismo global: una perspectiva crítica de la globalización, México, Siglo XXI editores, 418 pp.

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
2015
Tema: 
Impacto en América Latina por su integración al capitalismo global
Idea principal: 

Prólogo a la edición en español

Crisis global

Nos encontramos frente a un escenario que el autor califica como crisis de la humanidad. Nos enfrentamos ante la posibilidad de un colapso y de una amenaza creciente de los sistemas represivos de control social para contener las contradicciones del capitalismo. El impulso del capital trasnacional de acumular a escala mundial está orillándonos a un holocausto ecológico y a una guerra sin fin. Y América Latina está envuelta más que nunca en esta coyuntura global (p. 9).

La financiarización, la sobreacumulación, las tendencias al estancamiento y la pauperización de las mayorías se han venido profundizando desde la crisis de 2007. Pero la crisis estructural de América Latina va más allá de las anteriores crisis (p. 9).

La crisis actual se caracteriza por 6 aspectos:

1) El sistema llega a los límites ecológicos de su reproducción. Los científicos observan por primera vez que la actividad humana comienza a transformar los sistemas naturales a gran escala, por tanto el colapso de la humanidad es una posibilidad;

2) Una desigualdad global sin precedente, tanto en magnitud como en alcance. Es decir, hay una acelerada concentración de la riqueza global. El uno por ciento más rico más rico de la población controla más del 50 por ciento de la riqueza. Después de la crisis de 2008 la población más rica ha duplicado su riqueza, mientras que los más pobres experimentaron una caída del 50 por ciento en sus ingresos;

3) la magnitud de los medios de violencia, su alcance y su concentración en manos de pequeños grupos poderosos. Vivimos en la sociedad de la vigilancia panóptica y del control del pensamiento por personas que dominan el flujo de información y la producción y circulación de símbolos;

4) Estamos llegando a los límites de la expansión extensiva e intensiva del sistema capitalista, es decir, ya no hay más territorios a los que pueda expandirse para contrarrestar el estancamiento y encontrar lugares donde pueda colocar el excedente acumulado;

5) expansión de la masa de las personas expulsadas de la participación productiva condenadas a ser “humanidad superflua”, y sujeta a sofisticados sistemas de control y represión enfrentando un ciclo mortal de despojo-explotación-exclusión;

6) el marcado desfase entre una economía en vías de globalización y un sistema de autoridad política basado en el Estado-nación a partir del colapso económico de 2008 (p. 9-11).

La clase capitalista transnacional ha utilizado tres mecanismos que se agudizan desde 2008 para llevar más allá la acumulación global:

1. La acumulación militarizada: se lanzan guerras e intervenciones para echar andar ciclos de destrucción y reconstrucción para acumular capitales y hacer ganancias. Se trata de una economía de guerra “donde la acumulación de vuelve en sí el objetivo independientemente de consideraciones geopolíticas.” Frente a la crisis de sobreacumulación la economía de guerra se vuelve el eje central de la acumulación en la economía global, y que da pie a que se desarrolle a una cultura fascista (p. 11).

2. Pillaje y saqueo de las finanzas públicas: desde 2008 se da una transferencia de riqueza sin precedentes del público a las arcas del capital transnacional. Se socializan las pérdidas en un momento en que las empresas transnacionales registran niveles récord de ganancias. Los estados extraen cada vez más excedente de los pueblos para entregárselo al capital financiero transnacional (p. 11).

3. Especulación financiera: esta se ha agravado desde 2008, lo que se augura un nuevo colapso. Ya en 2008 los mercados de derivados alcanzaron un valor de 2.3 billones de dólares al día, un monto superior por un tercio del monto de 2008 (p. 11-12).

¿Y América Latina?

En América Latina parece que el ascenso del proyecto posneoliberal llega a tener sus propias contradicciones. La crisis global ha redundado en toda América Latina, sobre todo a partir de la caída de los precios de los commodities de 2013 en adelante. La crisis revela la fragilidad y la inviabilidad del modelo posneoliberal que se basa en una pequeña redistribución de ingresos hacia abajo, por medio de transferencias y programas sociales de los ingresos obtenidos por la exportación de recursos naturales y materias primas, sin que ello afecte la estructura fundamental de las relaciones de propiedad (clasistas) y la naturaleza en sí de un capitalismo impulsado por la lógica de la incesante acumulación (p. 12).

A pesar de los peligros que enfrenta la humanidad, se nos presentan grandes oportunidades para construir proyectos transformadores y libertadores debido a que:

1) el sistema ha perdido legitimidad;

2) el neoliberalismo agota sus reservas materiales e ideológicas;

3) los grupos dominantes se presentan divididos y a la deriva;

4) la tercermundización del primer mundo abre oportunidades para practicar la política radical globalizada.

“Cualquiera que sea el futuro de la humanidad, debemos mantener la vista sobre América Latina, ya que esta región seguramente jugará un papel vital en lo que vendrá” (p. 14).

Prefacio

Este estudio, piensa el autor, es parte del nuevo campo de los estudios críticos de la globalización. Dentro de estos estudios se encuentran dos categorías: 1) los que abordan problemas o cuestiones específicas de la globalización; 2) los que estudian el concepto de la globalización en sí. Este libro abarca las dos categorías, donde se reitera y avanza en la comprensión teórica del proceso y se examina el conjunto de problemas y asuntos que enfrenta América Latina en la globalización (p. 15).

La teoría del capitalismo global del autor se basa en tres elementos: producción transnacional, clase capitalista transnacional y Estado transnacional. La teoría de la globalización nos ayuda a comprender numerosos procesos en el mundo, y este libro busca emplear esta teoría para explorar y explicar los cambios que ha sufrido América Latina en las últimas décadas (p. 15-16).

El nuevo orden transnacional se originó en la crisis económica de los años setenta, la cual le dio al capital el impulso y los medios para reestructurar el sistema a través de la globalización por las siguientes dos décadas; y en este proceso, América Latina ha estado profundamente implicada. Los países de la región se reestructuraron e integraron bajo el modelo neoliberal. Al entrar el siglo XXI, el modelo en la región estaba en crisis, incapaz de llevar cualquier desarrollo sostenido, y los sistemas poliárquicos (elitistas) no podían contener los conflictos sociales y las tensiones políticas (p. 16).

La causa de la turbulencia latinoamericana es su integración al nuevo capitalismo global. El libro examina este proceso que se ha extendido en la región a fines de los años setenta en adelante. El autor busca documentar y analizar los cambios y crisis recientes en la región desde una perspectiva histórica con el objetivo de proveer un marco teórico para entender el periodo actual de turbulencia. También se examinan los movimientos de resistencia y los proyectos alternativos, así como los posibles futuros (p. 16-17).

La globalización es la dinámica subyacente que impulsa de los procesos sociales, políticos, económicos, culturales e ideológicos en el siglo XXI. En tanto que cada región y nación es integrada dentro de las estructuras y procesos transnacionales surgen nuevas estructuras económicas, políticas y sociales. Hay una nueva configuración del poder global que se manifiesta en cada nación y cuyos efectos llegan hasta el nivel de la comunidad. Esto hace imposible que los temas locales se aborden sin atender el contexto global (p. 17).

A pesar de que hay diferentes maneras en que se ha llevado a cabo la transición en cada país dentro de la región –debido que cuentan con fuerzas sociales y circunstancias históricas particulares–, se puede identificar un patrón general, una unidad subyacente entre los distintos patrones de cambio a partir de la extrapolación de experiencias divergentes (p. 18).

El capitalismo global está en crisis. El sistema está al borde de un holocausto ecológico y el colapso inminente de la agricultura. Las desigualdades sociales están fuera de control y la brecha entre ricos y pobres nunca había sido tan grande. Las élites globales, impulsadas por la sobreacumulación y el control social transnacional, recurren cada vez más al autoritarismo, la militarización y la guerra para sostener el sistema (p. 18).

Ante esta realidad, los intelectuales tienen la tarea de una comprensión analítica y teórica crítica de la sociedad que pueda dilucidar “el funcionamiento interno del orden prevaleciente y los procesos causales que intervienen en ese orden que genera crisis.” La globalización no es un proceso neutral, pues esta implica ganadores y perdedores, y nuevas relaciones de poder y dominación. Se necesita de intelectuales orgánicos (en el sentido que el estudio del mundo es un acto social que se realiza por agentes con una relación definida con su momento histórico concreto) que sean capaces de teorizar los cambios y proporcionar a las mayorías populares los conocimientos teóricos necesarios para que lleven la lucha en el mundo real “por desarrollar relaciones sociales alternativas y una lógica social alternativa” (p. 19).

Estructura del libro

En el capítulo uno se resume la teoría de la globalización del autor, pero se introducen nuevas proposiciones (p. 19).

En los capítulos dos, tres y cuatro se aborda a América Latina, explorando la transformación de su economía política en medida que se ha integrado a la producción y al sistema financiero global: en el capítulo dos se examina el crecimiento de las exportaciones agrícolas no tradicionales y la agroindustria; en el capítulo tres la reorientación de la industria y el aumento de las maquiladoras, el turismo transnacional, la exportación de mano de obra y la importación de remesas; en el capítulo cuatro se analizan los procesos transnacionales más destacados en la región, en especial lo que respecta a la clase, el estado, la nación y la migración transnacional (p. 19).

El capítulo cinco se centra en tres dimensiones de la crisis: de polarización social/reproducción social, de sobreacumulación, y de legitimidad y hegemonía, para después ver cómo la crisis se ha manifestado en América Latina (p. 19-20).

En el capítulo seis se estudia el surgimiento de los movimientos de resistencia y los proyectos contrahegemónicos en América Latina, así como sus retos y dilemas y las perspectivas para el futuro (p. 20).

Datos cruciales: 

En enero de 2015 la Oxfam emitió un informe que mostraba que el uno por ciento más rico de la población mundial posee más riqueza que el resto del mundo. Con la crisis de 2008 la concentración aumentó, y el informe reporta que las 80 personas más ricas del mundo aumentaron en 50 por ciento su riqueza entre 2008 y 2014, mientras que el 50 por ciento más pobre sus ingresos descendieron 50 por ciento (p. 10).

Cápitulos relevantes para el proyecto: 

Capítulo 1. Cambio de época en el capitalismo mundial. ESENCIAL

Capítulo 4. Procesos transnacionales en América Latina. Clase, estado y migración ESENCIAL

Capítulo 5. Las antinomias del capitalismo global y el ocaso del neoliberalismo ESENCIAL

Capítulo 6. Un nuevo ciclo de resistencia. El futuro de América Latina y la sociedad global

Trabajo de Fuentes: 

Appelbaum, Richard P. y William I. Robinson (editores) [2005], Critical globalization studies, New York, Routledge. Sobre los estudios críticos de la globalización.

Robinson, William I. [2011], Conflictos Transnacionales: Centroamérica, cambio social y globalización, El Salvador, Universidad Centroamericana. Sobre la teoría del capitalismo global del autor.

Robinson, William I. [2013], Una teoría sobre el capitalismo global: Producción, clase y Estado en un mundo transnacional, México, Siglo XXI Editores, 246 pp. Sobre la teoría del capitalismo global del autor.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La globalización ha sido aquel proceso que ha moldeado el sistema, y por tanto nuestras vidas en las últimas décadas. Esta comenzó a forjarse en los años setenta, en un momento en que el modo de producción capitalista se encontraba en crisis, la cual le permitió reconfigurarse y neutralizar momentáneamente las contradicciones que le son propias al desarrollo capitalista. En este proceso de reestructuración, América Latina se integró por medio del modelo neoliberal, modelo que no resistió más en algunos países de la región a principios del siglo XXI, pues no pudo cumplir con su promesa de desarrollo, ni resistir los conflictos sociales que emanaban del neoliberalismo. Como alternativa, algunos países de la región adoptaron una nueva configuración, el llamado posneoliberalismo basado en la redistribución del ingreso obtenido por exportaciones de sus recursos naturales. Pero esta nueva configuración no transformó de forma profunda las relaciones de propiedad, y en nuestro momento concreto de turbulencia este intento de nueva forma de sistema se está enfrentando a serios límites.

Al momento que nos enfrentamos hoy en día no es únicamente de crisis de sobreacumulación, sino que la humanidad se encuentra frente un posible colapso ecológico, de creciente pobreza y desigualdad mundial, de una creciente población superflua para el sistema, de mayores medios de control social. Ante este escenario de crisis de la humanidad, el capitalismo busca nuevas formas de llevar más allá la acumulación, poniendo en peligro la vida misma.

Ante esto, es necesario buscar y rescatar los proyectos alternativos que se están construyendo, no solo en Latinoamérica, sino en todo el mundo, con el fin de poder construir un posible futuro emancipatorio.

El planteamiento de Robinson coincide con nuestro horizonte que prevee un capitalismo ecocida y autoritario.