En días recientes, los empleados gubernamentales de toda China fueron reunidos para mirar una serie de la televisión estatal –titulada “Diplomacia de gran poder”– dedicada a la emergencia de su país como una potencia global y a la importancia del presidente Xi Jinping para conseguirlo.

Aunque plantear el surgimiento de China como una potencia global ha sido siempre un problema para los propagandistas del estado chino, quienes buscan hacer un uso de la retórica que evite temores y confrontaciones innecesarias con el exterior, en la reciente serie televisiva sobre el tema no se percibe señal alguna de reserva sobre el éxito de la política exterior de China ni sobre el papel central que en ello ha tenido Xi Jinping. Los programas de la serie están aderezados con “comentarios aduladores” hacia el presidente chino hechos por políticos chinos y extranjeros, como Robert Mugabe (presidente de Zimbabwe), quien dijo sobre él que es “un enviado de dios”, o Donald Trump (presidente de Estados Unidos) quien refirió que Xi Jinping realmente le agradó y que “tuvieron buena química”.

El mensaje principal de la serie es que Xi Jinping es el responsable de construir un nuevo modelo de política exterior –llamado “diplomacia de gran poder con características chinas”– que ha hecho que China se gane la admiración de todo el mundo. En la serie se dice que la característica central de la forma china de hacer política exterior es la “cooperación ganar-ganar”. Asimismo, el narrador de la serie destaca que “mantener la paz y la estabilidad mundial es la responsabilidad y compromiso ineludible de un gran poder”. Y para enfatizar lo dicho se muestran imágenes de las tropas chinas evacuando Yemen en 2015 y de la marina china en misiones contra la piratería en el cuerno de África.

Esta serie televisiva no es un esfuerzo aislado por destacar el papel de Xi Jinping en la política exterior china. En los mismos días en que se transmitía la serie de televisión, un periódico del Partido Comunista chino publicó un artículo de Wang Yi, el ministro de relaciones exteriores, sobre el pensamiento diplomático de Xi Jinping. En ese artículo Wang Yi sostiene que la forma en que el presidente chino ve y practica las relaciones internacionales ha “iluminado nuevos caminos y ha superado la teoría occidental de las relaciones internacionales de los últimos 300 años”. Tanto la serie como el artículo buscan mostrar que, “al contrario que otros poderes emergentes en la historia, China (gracias a Xi Jinping) ha conseguido mantener relaciones estables con los poderes establecidos”, a pesar de las tensiones existentes con Japón y Estados Unidos.

Un tema que es paradójicamente pasado por alto en la serie televisiva es la crisis en la península de Corea, un episodio en el que la “diplomacia de gran poder” de Xi Jinping ha claramente fracasado al intentar ponerle un límite para evitar que se convierta en una crisis internacional aún más grave.